La CHG estudia aumentar la dotación de regadío como demanda el sector

Ana Pobes
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Los regantes de Herencia propusieron en la Junta de Explotación disponer de 2.500 metros cúbicos en vez de los 2.000 del régimen actual, mientras Alcázar ofreció llegar a los 3.500

Un momento de la reunión mantenida por los regantes del acuífero en la CHG. / - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ

La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) estudiará la posibilidad de aumentar la dotación de agua para riego para el año 2014 ante la demanda del sector. Durante los siguientes días tendrá que sacar la calculadora y hacer números para ver si la petición de los regantes de incrementar la dotación de agua para regadío de herbáceos es posible.

La Junta del Plan de Explotación, reunida el pasado martes en la sede de la CHG, analizó las diferentes propuestas presentadas por la Comunidad de Regantes del Acuífero 23. Una de ellas fue la de la Comunidad de Regantes de Herencia que propuso disponer de 2.500 metros cúbicos por hectárea de cultivos herbáceos (trigo, avena, cebada, etc.) en vez de los 2.000 que contempla el régimen de explotación actual. Mientras, otra de las propuestas presentadas llegó por parte de Alcázar de San Juan con la petición de 3.200 metros cúbicos.

Ahora, la CHG tendrá que ver si estas peticiones son factibles o no. Y deberá hacerlo antes de que se convoque la Junta de Gobierno, donde «se llegará con una propuesta concreta» y se dará el visto bueno final. Hasta entonces, habrá que esperar la decisión de la Confederación Hidrográfica del Guadiana cuya postura «era mantener la cifra actual», por lo que una vez que haya hecho los cálculo será en los próximos días cuando decida la asignación». Así lo explicó el presidente de la Comunidad de Regantes de Herencia, José Pedro Rodríguez de Liébana, quien explicó que ante la «buena situación que vive el Acuífero 23, puesto que está mejor incluso que en los años 80», se podría subir la dotación» y acordar la propuesta que lanzó la comunidad de regantes que preside al considerar «inadmisible» los 3.200 que pedía Alcázar de San Juan, ya que «las buenas condiciones del acuífero deben continuar por el bien de todos y de los propios agricultores».  

Son conscientes de que «hay que cuidar el Acuífero 23», que se extiende por una superficie subterránea de 5.000 kilómetros cuadrados por el subsuelo de La Mancha y que sufrió un déficit hídrico en sus peores años de entre 2.700 y 3.000 hectómetros cúbicos. Hoy, el déficit de este embalse subterráneo está cercano a los 600 hectómetros, como así refleja un estudio reciente del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Para mantener esa situación, apuntó Rodríguez de Liébana, hay que seguir concienciando al sector «de no usar más agua de la que se debe y tener en cuenta aspectos como la pluviometría».

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