La temporada de caza se retrasa por el calor y la sequía

M. Lillo
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El sector señala que en la caza menor está «bastante generalizada» la idea de que no se va a cazar la liebre, afectada por la mixomatosis, y la perdiz roja, por la mala cría que ha tenido

Un cazador se prepara para abatir una pieza, en una imagen de archivo. - Foto: P. L.

La temporada de caza tiene una fecha clara de inicio en el calendario: el pasado 8 de octubre, pero el calor que se ha venido registrando ha hecho que sean pocos los que han comenzado a cazar. El sector explica que estaba esperando a las lluvias de este pasado fin de semana para salir al monte, pero las escasas precipitaciones y las temperaturas que aún se mantienen altas han hecho que sean pocos los que comenzaron de forma efectiva la temporada. 

«Estamos a la espera de que se humedezca el terreno», afirmó a este diario el presidente de Aproca, Luis Fernando Villanueva, del mismo que la presidenta de Ática Castilla-La Mancha, Ángela Ormeño, comentó que el calor que se ha venido registrando no es bueno ni para los cazadores ni para los perros a la hora de cazar. «Puede que se retrase hasta finales de octubre o principios de noviembre», comentó por su parte Manuel Aranda, delegado provincial de la Federación de Caza. 

A esto se suma el hecho de que, en la caza menor, está «bastante generalizado» que este año no se va a cazar la liebre y la perdiz roja. La primera, debido a la «mortalidad importante» que ha sufrido a causa de la enfermedad de la mixomatosis, sobre todo en la comarca de La Mancha, y la segunda como consecuencia de la «mala temporada de cría» que han tenido.

Por lo que respecta a la caza mayor, apuntaron incluso a una «sobreabudancia» de algunas especies. Así ocurre con la población de jabalí, que se presenta «bien» y que «será necesario reducir», mientras que en el caso de los ciervos, desde Aproca apelaron a la «contención y la prudencia» debido a la afectación de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), de manera que comentó que las batidas pueden variar en razón del porcentaje de afectación que haya tenido la enfermedad en los distintos cotos. 

«El mosquito también ha afectado a estas poblaciones y en algunas fincas no se va a cazar para recuperar un poco el nivel», comentó Ormeño. 

Para esta temporada cinegética se prevé una gran llegada de cazadores extranjeros. «Se espera una vuelta a los índices prepandemia», indicaron desde Aproca al tiempo que explicaron que si bien la procedencia que tiene es muy variada, predominan los franceses, británicos, americanos o árabes. También, comentó, antes de la guerra entre Ucrania y Rusia eran muchos los cazadores que procedían de este último país. 

Otra cuestión es la expedición de licencias de caza. En la región, a fecha del pasado año 2022 había un total de 115.763 licencias, entre las que se incluían tanto las expedidas anualmente como las que tenían una vigencia de cinco años. Esto supone un descenso de 37.919 licencias en relación con el año 2012, cuando había 153.682. Sin embargo, al bajar al ámbito provincial no es posible establecer una comparativa real, dado que la Junta asocia a la provincia de Toledo todas las licencias que se emiten online, por lo que allí figuran 86.301 licencias, frente a las apenas 6.839 de Ciudad Real.