El Club de Lectura de Almodóvar recibe a Marciano Sánchez

La Tribuna
-

Celebró un debate con el presidente provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer sobre su libro 'Quiero apagar la luz para mirarte'

El Club de Lectura de Almodóvar recibe a Marciano Sánchez - Foto: LT

El Club de Lectura de Almodóvar del Campo recibió esta semana la visita del presidente provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer, Marciano Sánchez Cabanillas, para en su condición de escritor, departir sobre su libro 'Quiero apagar la luz para mirarte'.

Tan agradable encuentro con un selecto grupo de lectores, en el marco de la programación de la Fiesta del Libro y XXV Jornadas Cervantinas fue abierto por la coordinadora del club, María Dolores García-Minguillán y por la edil de Cultura, Virginia López, quien agradeció la prestancia y cercanía del autor para intercambiar opiniones enriquecedoras.

Durante la cita en torno a este libro solidario y profundo homenaje a personas dedicadas a cuidar de mayores y de quienes pasan por situaciones serias de salud, se puso de relieve la figura materna de Marciano, a quien un cáncer le arrebató su entregada vida y vitalidad.

Igual que aconteciera durante el exquisito acto de presentación de la obra el pasado mes de noviembre, Marciano Sánchez volvió a compartir toda su sensibilidad personal, la misma que ha derrochado en el libro que repasa los 101 últimos días de vida de Otilia.

Así reza el nombre de su madre, quien en ese descontar vital al que injustamente quedó abocada, como tantas personas a las que les toca un cáncer al final irreparable, tuvo la presencia de su único hijo, que en esta obra presenta una visión hermosa y descarnada.

De su puño y letra, a modo de diario, Marciano refleja los día y noches de la atención con que quiso corresponder a tanto amor de madre, revelándose como un poeta de cuidada composición lírica e, incluso, como un pintor que sigue volcando todos sus sentimientos.

En aquel acto que conducido desde el corazón Javier Carreras, un amigo incondicional del autor y donde intervino José Lozano, que dijo no estar como alcalde sino también como amigo, Marciano admitía lo especial de hacerlo en Almodóvar del Campo.

Tanto que aquella presentación en la planta superior del Mercado, junto a la sede local de la Asociación Española Contra el Cáncer, donde música, poesía declamada a viva voz y grabada y palabras de afecto, removieron ya el alma de los presentes.

Sánchez Cabanillas, natural de Puertollano, pero ya tres décadas residiendo en Almodóvar del Campo, por lo que considera éste como su pueblo, se congratulaba de poder "enseñar a mi madre, una mujer absolutamente fuerte" en este 'Quiero apagar la luz para mirarte'.

No en vano, ella "estuvo luchando 44 años con un cáncer y nos sacó adelante en todos los sentidos", apuntaba ya en noviembre, en aquel encuentro en que revivió para las personas presentes momentos en que ella "nos recogía de la mano y cuando nosotros estábamos bajos era la que decía '¡No! Aquí no hay que tirar la toalla".

La obra es un compendio de sentimientos, entre poesía, música, imágenes de lienzos "que he metido también para dar un poco de color", y códigos QR que a través de dispositivos móviles permiten escuchar y dejarse llevar por la voz humana, en un afán inclusivo total.

La obra, posible asimismo desde la solidaridad de Fundación Vinatea Editorial en una concepción impresa cuidada y mimada hasta el más último de los detalles, se ha realizado a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer y sus nobles fines.

Marciano comenzó a mostrar temprano sus dotes con la escritura, desde los nueve años, cuando en el Colegio 'San Juan Bosco' de Puertollano escribía poesías y para el teatro pues él hacía libretos y, luego, algunos premios literarios así también lo atestiguan.

"Lo que pasa es que me ha dado muchísimo pudor siempre salir pues a mostrarme tal y como soy y a desnudarme, porque al final esto te desnuda y esto te hace ver determinadas cosas que con la coraza del día a día no ves", admitía ya en aquella presentación otoñal.

Y, como entonces, por encima de personalismos, lo único que a Sánchez Cabanillas le sigue moviendo con el libro es que "si con esto podemos ayudar a personas, podemos ayudar a cuidadores, a pacientes y a familiares, creo que tenemos la misión completada".

Misión que genera grandes dosis de gratitud como también así expresa Yolanda García Serrano en el prólogo de una obra con la que también su autor, efectivamente, quiere rendir tributo a todas las personas que son entregadas cuidadoras.