La Mancomunidad de la Vega del Jabalón ha decidido no poner en funcionamiento la planta potabilizadora y extraer más agua del pozo del Espigón, situado en la cola del pantano de la Vega del Jabalón. Es una de las decisiones que los doce municipios de la comarca que se abastecen del embalse aprobaron la semana pasada en asamblea. El presidente de la mancomunidad, Andrés Cárdenas, explica a La Tribuna que el agua que dejó la sucesión de borrascas que acabaron con Nelson «es ahora lodo», por lo que «de momento no es viable coger agua del embalse hasta que no se asiente» y se optó por seguir con las aguas subterráneas «extrayendo más del pozo del Espigón», cuyo nivel freático ha subido ocho metros, llega a los 22, y «se espera que en los próximos días siga subiendo».
En la actualidad, la comarca extrae de este pozo, que «bebe del pantano» y que «hará de filtro», en torno a los 400 metros cúbicos por hora las 24 horas del día, cantidad que se incrementará hasta «triplicarla» para aportar agua con una bomba mayor a una población de más de 36.000 habitantes de la comarca. De él se beneficiarán todos los que «bebemos de la mancomunidad» y que son los vecinos de Bolaños, Almagro, Ballesteros, Calzada, Cañada, Caracuel, Corral, Granátula, Moral, Pozuelo, Valenzuela y Villar del Pozo.
Durante la reunión se abordó además la situación del pozo de la Cañada, que «funciona también las 24 horas del día con un grupo electrógeno», lo que supone un desembolso «importante» de unos 150.000 euros anuales para su alquiler y gasoil, por lo que se apostó por su electrificación. Llevar la luz hasta ese pozo supondría un coste de entre 350.000 y 400.000 euros, por lo que su electrificación llevaría «a amortizar la inversión en poco más de dos años», argumenta Cárdenas, que ostenta el cargo de la presidencia de la Mancomunidad desde hace tan solo unos meses en sustitución de Miguel Ángel Valverde, actual alcalde de Bolaños de Calatrava y presidente de la Diputación. En este punto se estudió también la posibilidad de instalar 66 kilovatios a través de placas fotovoltaicas, pero la iniciativa se descartó ante la dificultad de comprar un terreno cercano.
Otra de las cuestiones que se tomó en la asamblea fue la de aflorar un pozo cercano al de la Cañada, en el término municipal de Valenzuela de Calatrava. El objetivo es que ese agua se incorpore a la red de alta de la mancomunidad. Ahora, señala Cárdenas, el consumo global de los doce municipios se sitúa en 7.000 metros cúbicos al día, de los que «un 40 por ciento se obtiene del pozo de la Cañada».
Diferentes acciones que buscan «salvar el verano y tener la tranquilidad necesaria para que no se produzcan cortes», época en la que la población se llega a duplicar y por lo tanto el consumo del agua, y «dar un respiro a otros pozos usando el agua del embalse con el Espigón».
Las últimas lluvias han hecho que la Vega del Jabalón se encuentre al 11,7 por ciento de su capacidad con cuatro de los 34 hectómetros cúbicos. Pero aún así el Campo de Calatrava sigue mirando al cielo. Lo hace desde al menos cinco años, cuando el embalse de la Vega del Jabalón empezó a secarse. La comarca busca soluciones para garantizar el consumo de agua a los más de 36.000 habitantes, quienes esperan la llegada del agua del río Tajo, a través de la tubería de la Llanura Manchega, para tener agua en cantidad y en calidad. «Nuestro presente es la tubería y nos reuniremos con representantes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y del Ministerio de Transición Ecológica para conocer con más detalle los plazos de ejecución».
tubería manchega. Todas las esperanzas están puestas en esta infraestructura hidráulica que inicia su viaje en Carrascosa del Campo, en la provincia de Cuenca. A partir de ahí, más de 160 kilómetros de un ramal principal sumergidos al lado del curso del río Cigüela que abrió el grifo el 29 de marzo de 2023 para dar agua a quince municipios, entre ellos Pedro Muñoz y Socuéllamos. Un día histórico que también quiere vivir el Campo de Calatrava. Pero habrá que esperar, ya que la Administración marcó en rojo 2024 como la fecha en la que se espera que la autovía del agua llegue a una comarca que pide agua con urgencia y que se abastece de los pozos. La única fuente 'oficial' de suministro de agua potable. La única alternativa hasta que lleguen más lluvias o la ansiada Tubería Manchega.
Los pozos dan agua pero no con la calidad suficiente, especialmente en municipios como Bolaños, donde el exceso de nitratos obligó al Gobierno regional a instalar una planta de ósmosis inversa que permite mejorar la calidad del agua para consumo humano. Con una inversión de 750.000 euros se inauguró el pasado mes de julio, aunque «apenas se utiliza». Afortunadamente, los valores de los nitratos han bajado de manera natural, y ya no es necesario la osmotización. Y es que, la instalación mezcla el agua osmotizada para que el nivel de nitratos baje de 50 miligramos litro, pero para ello, se necesita un agua que tiene que ser rechazada, y que supone «entre un 20 y un 30%». Mucha cantidad para una zona que está sufriendo un serio problema de escasez, y que no puede desperdiciar ni un solo metro cúbico.