La propuesta de la Comisión Europea de prohibir fumar y vapear en nuevos espacios al aire libre, como las terrazas de bares y restaurantes, piscinas, parques y paradas del autobús, ha caído como un jarro de agua fría sobre el sector hostelero de la provincia, que ve en esta medida un nuevo palo en las ruedas de sus negocios. Frente a la prohibición, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Ciudad Real receta «más pedagogía y libertad empresarial», al tiempo que recuerda que la decisión de Bruselas «no es vinculante para los estados miembros».

Cristina Miranda, gerente de la patronal hostelera ciudadrealeña, considera que esta recomendación de la Unión Europea puede generar un conflicto que no existe actualmente entre los clientes de las terrazas. Alude, en este sentido, a un reciente estudio elaborado por Hostelería de España y 40db que refleja que «un 80% de los españoles apoya la legislación actual de espacios sin humo y no considera prioritaria la ampliación». Además, dicho documento recoge que «un 60% de las personas o bien no está de acuerdo con prohibir fumar en terrazas, o bien no lo considera un asunto relevante».

Miranda hace hincapié en que si finalmente España convierte en ley la recomendación de Bruselas, el turismo, «el principal motor económico del país», será uno de los grandes damnificados, ya que estaría en situación de desventaja competitiva frente a otras potencias europeas como Portugal, Italia, Francia, Croacia o Grecia, donde, hasta la fecha, no se han planteado adoptar esta medida.

En plena ofensiva del Ministerio de Sanidad contra el tabaco, Hacienda logró el pasado ejercicio una recaudación récord de 8.965 millones, entre sus impuestos especiales y el IVA. «Adoptar la iniciativa de Bruselas sería de un cinismo absoluto», resaltan desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Ciudad Real, para añadir que la prohibición propuesta por la Comisión Europea «provocaría que los clientes se levantaran de las terrazas para fumar, dando lugar a un ocio desordenado y más suciedad en las ciudades».

Miranda insiste en favorecer la libertad empresarial y recuerda, en este sentido, que en Ciudad Real ya hay hosteleros que han prohibido fumar en sus establecimientos y tienen su clientela.