La Audiencia Provincial ha condenado a 24 meses de prisión a un vecino de Ciudad Real por los insultos racistas que profirió a un vecino de origen colombiano en la zona de la piscina del residencial que compartían. El juicio se celebró el pasado 28 de enero y según la sentencia se ha reducido la pena que solicitaba Fiscalía, 30 meses por dos delitos, uno de odio y otro de amenazas, a los dos años, por lo que no tendrá que entrar en prisión.
De este modo, a E. R. P. se le condena a doce meses de prisión por un delito contra la integridad moral, en su modalidad de lesión de la dignidad por razones discriminatorias, lo que suele señalarse como un delito de odio. El segundo delito, el de amenazas, se queda en una pena de doce meses y con una orden de alejamiento de dos años respecto al agredido. Igualmente, se le ha impuesto una pena de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Esta pena también se reduce de los 5.000 euros que se pedían en el escrito de acusación de la Fiscalía y es la cuantía que se solicitaba desde la actuación particular. En el juicio se solicitaron dilaciones indebidas, que no han sido tenidas en cuenta a la hora de una sentencia, que no es firme y contra la que el abogado defensor de E. R. P. ha anunciado que planteará un recurso, recordando que la orden de alejamiento se dicta ahora, tres años después de los hechos, sin que haya habido nuevos incidentes en este tiempo en las zonas comunes del residencial.
Los hechos se remontan a julio de 2022, cuando el condenado insultó a la víctima E. O. A. E., en presencia de varios vecinos y de los hijos de este, llegando a indicarle, «vamos fuera que te vas a enterar, mono de mierda». Posteriormente, le señaló: «Ponte de rodillas y me cantas el Cara al Sol que te voy a matar delante de tus hijos». La Fiscalía señalaba que esta amenaza se hizo con una pistola, elemento que fue clave durante el juicio y que en la sentencia se indica que se veía un objeto que se asemejaba a una culata, sin indicar la certeza de que hubiera un arma, indicaron fuentes consultadas. Antes de estos hechos hubo, según reflejó el fiscal en su escrito, varias acusaciones vertidas sobre la procedencia del agredido en los grupos de WhatsApp y en presencia de otros vecinos y que hacían referencia al origen colombiano del mismo.