Tres puntos en 5 partidos y la derrota del sábado ante el Noia (2-4) han encendido todas las alarmas en el Viña Albali Valdepeñas, que este martes (20 horas. Arbitraje de García Donas y Martínez) visita la pista del Alzira, recién ascendido a Primera División y donde milita como cedido el moraleño Álex Naranjo.
Los valencianos solamente han sumado un punto, por lo que se presenta como un rival propicio para que el Viña Albali logre su primer triunfo liguero de la campaña y calmar los ánimos, tras los silbidos con los que una parte de la afición despidió al equipo a la plantilla.
«Lo mejor que nos puede pasar en este contexto es jugar cuanto antes. Tenemos la oportunidad de quitarnos ese mal sabor de boca y para nosotros es una final, es un partido que hay que ganar sí o sí», afirmó David Ramos, técnico del cuadro vinatero, que tendrá la baja por lesión de Solano, mientras que Rafa Rato, Boyis, Alberto y Álex González serán duda hasta última hora.
«Hay que salir con el cuchillo entre los dientes y con el orgullo herido y trasladar eso en algo positivo en la pista», continuó el madrileño, que no se toma este partido como un ultimátum. «Yo sólo pienso en positivo y tengo muchas ganas de ganar», afirma Ramos, que avanza que el Alzira «no nos lo va a poner nada fácil. Es un conjunto que ha demostrado que quiere hacerse a la categoría, que tiene gente con experiencia y otros jóvenes y seguro que ante su afición se van a entregar y no nos lo van a poner nada fácil».