"Seguimos teniendo un problema de bajos salarios"

M. E.
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La nueva secretaria provincial de Comisiones Obreras asegura que "los derechos de las mujeres vuelven a estar en riego con el avance de la ultraderecha"

Esther Serrano, secretaria general de CCOO en la provincia de Ciudad Real - Foto: Tomás Fernández de Moya

Después de 27 años como afiliada, 24 como miembro del sindicato y de ejercer como número dos en el último mandato, Esther Serrano Alcaide (1971, Almodóvar del Campo) daba un paso al frente y se convertía en la primera mujer en liderar CCOO en Ciudad Real. Más de un 90% de los delegados apoyaron su candidatura para relevar a José Manuel Muñoz, al frente de la organización los últimos 12 años. Graduada en Trabajo Social por la UCLM, con máster en Género y Políticas de Igualdad, y en Organización y Gestión de Servicio Social, está casada y tiene dos hijos. Es una gran aficionada a la fotografía y echa de menos subirse a las tablas para retomar otra de sus grandes pasiones, el teatro. 

¿Por qué decide dar este paso?

Cuando llega el último mandato de mi antecesor, que están limitados a tres, lógicamente la organización empieza a valorar quién puede ser la próxima o el próximo secretario general. La organización regional me lo comentó y me animaron a dar el paso. Pero yo soy una persona que intento vivir al día, afrontar las cosas en el día, y no me centraba mucho en ello. Empecé a planteármelo porque creo que llevo mucho tiempo, que conozco muy bien el sindicato y ¿por qué no? Pero es verdad que antes de dar el paso tomé el pulso a la organización para saber si iba a contar con su apoyo.

Un apoyo que superó el 90% de los delegados...

Así es, y eso me supone un doble sentimiento. Por una parte, me quedo con ese cariño que me han demostrado los compañeros y las compañeras, sobre todo los delegados y las delegadas en el Congreso. Estoy enormemente agradecida por recibir ese calor, ese respaldo y todas las felicitaciones. Pero es verdad que eso también te carga de responsabilidad. Estoy muy ilusionada, pero con una enorme responsabilidad porque no deseo defraudar y estar a la altura que merece esta organización. Lo que sí que puedo prometer es que voy a poner todo mi esfuerzo y mi trabajo para que las cosas vayan lo mejor posible.

Además, me da mucha tranquilidad porque cuento con un gran equipo de personas. Yo brillaré más o menos si mi equipo es brillante, y estoy segura de que así va a ser.

Hable de ese equipo. ¿Quiénes son y de qué áreas se van a ocupar?

He intentado rodearme de gente de diferentes perfiles, tanto por edad como por trayectoria en el sindicato. El equipo lo integran David Vera (Organización, Finanzas y Elecciones Sindicales), Ángela Briones (Salud Laboral, Medio Ambiente y Negociación Colectiva), Isabel Quijada (Mujer, Igualdad y Política Social), Pedro Muñoz (Formación, Afiliación y Servicios) y Manuel Romero (Juventud, Empleo y Redes Sociales). Además, actuarán como vocales María Ángeles Gómez, Celedonio Sánchez y Carmen Aloha Martín. Creo que vamos a hacer unas sinergias interesantes.

¿Cuál es la hoja de ruta a seguir con este equipo?

Además de llegar más a los jóvenes, quiero que se mejore mucho la comunicación, no solamente interna sino externa. Hacemos muchísimas cosas a diario para mejorar la vida de la gente y muchas veces no sabemos trasladarlo a la sociedad. Y lo que no está en los medios o en las redes, parece que no existe. Tenemos que dar mucha mayor visibilidad a nuestro trabajo para que nos conozcan más. También llegar a aquellos trabajadores y trabajadoras que es más difícil que se organicen para la defensa de sus intereses de clase, como los desempleados y desempleadas, los que teletrabajan, los falsos autónomos.

Es necesario mejorar las políticas sociales y me preocupa mucho cómo llegamos a sectores como el de las personas con discapacidad y, sobre todo, al de los inmigrantes y las inmigrantes. En no mucho tiempo tienen que llegar flujos de inmigrantes que vienen a trabajar y que los vamos a necesitar. El mercado de trabajo va a necesitar de esa mano de obra y el sindicato quiere estar también preparado para atenderles de la mejor manera posible.

También queremos reforzar las áreas tradicionales de medio ambiente, de organización, de salud laboral, de acción sindical o de la negociación colectiva. Son estratégicas y se tienen que mantener.

¿Por qué ha tardado tanto una mujer en liderar el sindicato?

Creo que el sindicalismo es reflejo de cómo la sociedad ha ido avanzando, también en el feminismo. Las secretarías de Igualdad se crearon en el año 1978 y eso hizo muchísimo en el aspecto interno por el avance de las mujeres, así como su incorporación al mundo laboral. Ahora mismo tenemos un porcentaje tanto de afiliadas como de delegadas que es bastante significativo en nuestro sindicato. Estamos en una afiliación femenina del 44,81%, y de los cerca de 1.000 delegadas y delegados, el 41,16% son mujeres.

En términos generales, ¿cómo son de cumplidoras las empresas de la provincia? ¿Qué nota les pone?

Haciendo un símil con las calificaciones antiguas, yo diría que necesitan mejorar en algunos aspectos muy mucho. Hay sectores que son más incumplidores que otros y hay empresas que cuidan más a sus trabajadores o tienen mejores condiciones de trabajo, pero es verdad que hay muchos sectores que son especialmente incumplidores, como la hostelería o el campo, con alta precarización, o sectores con un mayor número de jóvenes o de mujeres, muy devaluados también y cuyas empresas dejan mucho que desear.

Fueron multitudinarias las reivindicaciones en la aplicación del convenio colectivo de ayuda a domicilio, con varias jornadas de huelga y una patronal que fue intratable, que aguantó impasible y nos obligó a trasladar a los tribunales un conflicto que aún queda pendiente de resolución y que deja a más de 2.000 personas sin subida salarial hasta dos años. Fueron mujeres que dieron el do de pecho en la pandemia, que trabajaron incansablemente con los equipos de protección.

Podría seguir en el ámbito de la sanidad privada, donde hay una mayor conflictividad en el sector de residencias de mayores, con muchas demandas sobre cuadrantes de vacaciones y permisos. También es el caso del transporte sanitario en ambulancias.

En el empresariado de Ciudad Real seguimos teniendo un problema de bajos salarios, que no se debe confundir con la buena evolución del empleo. Hemos avanzado bastante, pero la mayoría de los convenios provinciales tienen tablas salariales donde demasiadas categorías profesionales no alcanzan el salario mínimo interprofesional.

También hay algunos empresarios que han dejado claro que les incomoda la representación de CCOO en sus plantillas, con unas actitudes antisindicales y antidemocráticas, tomando represalias contra ellos. Creo que el que no haya paz social no beneficia a nadie, y menos a las empresas. Ellos tienen la obligación de velar por sus trabajadores y por sus trabajadoras, porque eso va a repercutir también en sus beneficios.

En 2024 el número de accidentes laborales descendió, pero se multiplicó el de víctimas mortales. ¿Qué se puede hacer para combatir este problema? 

En el año pasado 20 personas trabajadoras perdieron la vida, para un total de 48 personas en los últimos cuatro años. Son unas cifras insostenibles, son trágicas. Muchos de los accidentes mortales son evitables y están relacionados con causas históricas como caídas o atrapamientos, sin mencionar las enfermedades profesionales, que causan la muerte sin haber sido detectadas.

En este aspecto sí que suspenden muchas de las empresas. Es muy importante tener representación sindical, está demostrado que allí donde tenemos representantes de los trabajadores y las trabajadoras hay menor índice de siniestralidad y lo más importante para reducir los accidentes, sobre todo los mortales, es una correcta detección de los riesgos a través de los planes de prevención que respondan a la realidad del puesto de trabajo. Las administraciones se tienen que poner las pilas a la hora de exigir y regular que todos los actores que intervienen en la prevención de riesgos laborales se profesionalicen mucho más y sean más taxativos a la hora de evaluar los riesgos. Lo dice la ley, no lo decimos nosotros.

Además, creemos que hay que abordar la salud laboral con perspectiva de género, porque las medidas preventivas son diferentes para hombres que para mujeres, por ejemplo, con los EPI, o con las largas jornadas en el trabajo doméstico. Creo que la perspectiva de género en la siniestralidad también es fundamental. En este sentido, hay que exigir al gobierno de Castilla-La Mancha que ponga ya en marcha, con urgencia, el Instituto Regional de Salud Laboral.

¿Queda mucho por avanzar en la lucha por la igualdad de derechos de la mujer en el trabajo?

El feminismo es una de las revoluciones mayores de la historia, pero queda mucho por avanzar. Los derechos cuestan mucho conseguirlos y en un minuto se pueden perder. Además, estamos en riesgo con el avance de la ultraderecha y los derechos de las mujeres vuelven otra vez a estar en riesgo.

Los planes de igualdad están ayudando mucho en las empresas, pero quedan desigualdades todavía provocadas por la arraigada división sexual del trabajo. Estamos pegando pedradas a ese techo de cristal, pero se resiste, aunque vamos dando grandes pasos. Creo que las mujeres tenemos aún un poco de síndrome del impostor, creemos que nunca estamos suficientemente preparadas e intentamos prepararnos mucho más. Si ser la primera mujer secretaria general de CCOO sirve como ejemplo para otras, con eso me doy por satisfecha.