La decimoquinta edición de Fecicam (Festival de Cine Español Emergente) busca reafirmar una recuperación total tras los años de la pandemia y establecerse como un pilar fundamental del cine emergente en España. Según su director, Alvar Vielsa, quieren seguir creciendo. Se celebrará del 27 de septiembre al 4 de octubre.
¿Qué va a caracterizar a esta edición?
Este año el festival vuelve a su formato tradicional, con la gran gala final en el teatro Quijano, donde se presentarán estrenos exclusivos y películas que no se encuentran en salas comerciales, como La bandera y On the go. Estamos apostando por nuevos realizadores, por un cine que no se verá en ninguna plataforma. Además, será la primera con acceso gratuito a todas sus proyecciones, abriendo las puertas del festival a un público más amplio.
Fecicam ha pasado de ser de Castilla-La Mancha a referente del cine emergente nacional. ¿Cómo ha sido esa evolución?
Somos el único festival de la provincia de Ciudad Real que ha llegado a su decimoquinta edición de forma consecutiva. Algo de lo que me siento muy orgulloso es de que el festival no dependa de instituciones como el Ayuntamiento, la Junta o la Diputación, sino que es un esfuerzo ciudadano organizado por cineastas locales. Nos permite mantener su esencia alternativa, apoyando a nuevos talentos y sirviendo de trampolín para cineastas jóvenes de la zona que buscan un espacio para mostrar su trabajo.
¿Qué piensa de la situación actual del cine castellanomanchego?
El cine de Castilla-La Mancha está viviendo un despegue similar al que experimentó el cine andaluz. Cada vez más directores de nuestra región producen más largometrajes y están obteniendo reconocimiento en festivales nacionales e internacionales. Influye que el cine español se encuentra en una época de oro, sobre todo desde el punto de vista de la crítica, con producciones que compiten en calidad y relevancia con las de otros países y que triunfan en Berlín o Venecia, ahí tenemos a Carla Simón o recientemente a Almodóvar, y que atraen la atención de las plataformas.
¿Qué supone Fecicam para Ciudad Real?
Se presenta como un motor cultural y económico para Ciudad Real, con actividades que van más allá del cine, como conciertos, monólogos, talleres y rutas gastronómicas, como la Ruta del Pincho y Copas de Cine. Buscamos involucrar a todos, desde la hostelería local hasta el público joven con un impacto económico positivo en la ciudad.
¿Hay una lucha entre el cine de culto o de la crítica y el cine comercial?
Uno es el cine independiente y de autor, que se está apostando mucho por él, y un cine comercial. Hay un cine en los últimos años que parece cine francés, con esa aura de cine europeo. Y luego está la lucha de las grandes producciones para una sala comercial con géneros que apuestan por la acción, por la comedia y en las rutas y estrategias de distribución clásicas. Gran parte del público no quiere ver cine independiente ni cine de autor. Quiere ver entretenimiento. Tiene que haber de todo, aunque creo que el cine de autor va a desaparecer por completo de las salas de cine y quedará para los festivales.
¿Qué futuro le espera a los digitales en esta nueva era del consumo de cine?
Los festivales son necesarios para ver cine que no se puede encontrar en plataformas comerciales. Son espacios donde el cine independiente puede prosperar y conectar con audiencias que buscan algo diferente. El auge del consumo de contenidos en casa ha cambiado la dinámica, pero eventos como Fecicam siguen ofreciendo una experiencia única, porque queremos que el público sienta que está viendo algo especial, algo que no encontrará en ninguna parte más.
¿Y a Fecicam en particular?
El futuro de Fecicam pasa por mantenerse como un festival joven, alternativo y en constante evolución, donde se puedan descubrir nuevas voces del cine español. Cuanto más nos salgamos de la norma, mejor. Nos proponemos seguir apoyando a los nuevos realizadores y manteniendo nuestro carácter de espacio abierto e inclusivo para todos aquellos que deseen experimentar el cine de una manera distinta.
Un deseo para esta edición.
Que sea una celebración del cine joven y alternativo, y que reafirmemos un lugar en el panorama cultural del país, con nuestra vitalidad y creatividad características, para conseguir lo mejor del cine español contemporáneo. Y, por supuesto, cuanto más alternativo, mejor.