El Balonmano Caserío puso fin este viernes 31 de mayo a una temporada inolvidable con su debut en una fase final de la Copa del Rey. Por primera vez un equipo de División de Honor Plata llegaba tan lejos por méritos deportivos en este torneo y el conjunto entrenado por Santi Urdiales estuvo acompañado en las gradas por un millar de seguidores. Una representación de ellos ya estuvo en Burgos hace una semana en otra cita histórica, su estreno en una fase de ascenso la Liga Asobal, y esta vez ese número se multiplicó casi por 10.
Predominó el amarillo en el Olivo Arena, escenario de los éxitos del Jaén Fútbol Sala, otro equipo vestido de amarillo y que en los últimos años ha forjado una rivalidad con otros dos equipos de la provincia, Viña Albali Valdepeñas y Quesos El Hidalgo Manzanares.
No faltó el recibimiento a la llegada del equipo al pabellón y durante todo el encuentro el nombre de Caserío y Ciudad Real sonó con fuerza en una de las citas más importantes del balonmano español.
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El gesto de Santi Urdiales solicitando tiempo muerto solo para que sus jugadores rindiesen tributo a los seguidores demuestra esa comunión entre club, plantilla y afición. La base de los éxitos, como no se cansan de afirmar tanto presidente como entrenador como jugadores del equipo amarillo, que para siempre recordarán esta experiencia copera en Jaén.