En noviembre María Jesús Sánchez Soler (28 de marzo de 1956, Melilla) cumplirá un año como directora del Parque Nacional de Cabañeros, responsabilidad que asumía tras la jubilación del hasta entonces su antecesor y compañero profesional, Ángel Gómez Manzaneque. Once meses de mucho trabajo, como destaca en la entrevista concedida a La Tribuna, en un enclave natural muy extenso (más de 40.000 hectáreas) y con muy pocas manos para gestionarlo. Un déficit de personal que a esta bióloga de formación no le importa hacer público, y que ella nota sobremanera si lo compara con la más de una década en la que fue directora del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (1987-1998). Entre sus retos más importantes como directora en Cabañeros están la gestión de la sobrepoblación de ungulados (ciervos y jabalíes) y lograr el asentamiento definitivo en el parque de una pareja de linces.
¿Cómo está siendo este primer año al frente de la dirección del parque?
Trabajando mucho en todos los proyectos que están en marcha, tratando de dejar el listón al menos donde lo dejó Ángel Gómez.
¿Es muy diferente su labor en Cabañeros que la que hacía al frente de Las Tablas de Daimiel?
Han pasado muchos años desde entonces y son parques muy diferentes, con problemas muy diferentes. Lo bueno que tenían Las Tablas es que había un importante equipo de gente para la superficie que entonces era de 2.000 hectáreas. Contábamos con agentes medioambientales, personal laboral e incluso guías en plantilla. Pero aquí en Cabañeros el problema fundamental es la escasez de personal. Faltan manos tanto en administración como en personal técnico y agentes medioambientales.
¿Cuántas personas componen la plantilla actual del parque?
María Jesús Sánchez Soler, nueva directora del Parque Nacional de Cabañeros - Foto: Tomás Fernández de MoyaComo personal técnico estamos dos personas, hay cuatro agentes medioambientales y la jefa de administración, que se multiplica en sus funciones. Además, hace poco se jubiló Alfonso Cañamero, que pertenecía entonces al personal de la finca Cabañeros hasta que la adquirió el Ministerio de Defensa, y aparte de conductor, hacía muchos servicios que entrañaban mucho tiempo, y ahora ya veremos cómo vamos a suplir esas funciones.
¿Son plazas que se amortizan?
El problema es que salen una serie de plazas vacantes, pero la gente no las pide, quizás por comodidad, porque quieren tener el trabajo en la puerta de su casa, y también porque los sueldos en la Administración General del Estado son más bajos que los de las autonomías.
Al margen de este problema con la plantilla, ¿cuál es la salud del parque en la actualidad?
Yo diría que es buena. Nunca ha habido tantos estudios para comprobar cómo se encuentra. Como suelo decir a los amigos, aquí hay más investigadores que ciervos. Hay estudios generales que son de la Red de Parques Nacionales, como por ejemplo el seguimiento de los efectos de la contaminación atmosférica, seguimiento de aves nidificantes, de aves invernantes, del estado de las masas arbóreas o de hábitats de interés comunitario de la Red Natura. Y luego hay seguimientos específicos para Cabañeros en relación con el estado de conservación, por ejemplo, de la ictiofauna o peces del medio acuático, para controlar las especies autóctonas y descartar las alóctonas, que suelen ser depredadoras.
María Jesús Sánchez Soler, nueva directora del Parque Nacional de Cabañeros - Foto: Tomás Fernández de MoyaPodemos poner como ejemplo el río Estena, uno de los ríos mediterráneos mejor conservados, y también el hecho de que, gracias al seguimiento de rapaces como el buitre negro, podemos asegurar que somos la primera colonia de Europa y del mundo de cría de buitre negro, puesto que hemos llegado a volar 230 pollos, superando este año al Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres).
Y esto no es fruto de la casualidad, ¿verdad?
En absoluto. Por un lado, hay un plan rector, con una serie de actuaciones que los distintos directores tienen que ir adaptando. En el caso del buitre negro, una de las medidas es ponerle carroña cuando es necesario. Es una labor continuada a lo largo de los años.
Igual que todo el trabajo que se ha hecho desde el parque nacional para fomentar el conejo, que es la presa diana tanto del águila imperial como del lince, que es uno de los grandes empeños que tenemos en Cabañeros. Que se vuelva a recuperar y volvamos a tener alguna pareja estable.
¿Este es uno de los grandes desafíos de Cabañeros?
María Jesús Sánchez Soler, nueva directora del Parque Nacional de Cabañeros - Foto: Tomás Fernández de MoyaEs entre un desafío del parque y un deseo personal. Aparte de favorecer que haya conejos, también se han hecho varias sueltas de ejemplares de lince. Alguno, como Sibila, estuvo bastantes meses con nosotros, desde un mes de mayo hasta febrero del año siguiente. Ahora tenemos a U2, que se soltó en abril y hace alguna escapada fuera, pero sigue volviendo a la zona. La semana pasada trajeron a una hembra, que ahora mismo está en el cercado de presuelta. Cuando llegue el momento y los veterinarios lo consideren oportuno, se le soltaría y a ver si se encuentran. Yo creo que estamos en el buen camino para conseguir que por fin tengamos una pareja estable de linces en Cabañeros. Quizás si antes, con Sibila, se hubiera soltado un macho, ésta no se hubiera ido, porque normalmente los animales que se mueven es porque no tienen comida o en busca de pareja.
¿Tiene nombre la futura inquilina del parque?
Estamos en ello. Tiene que empezar por la 'U' por su año de nacimiento, 2022, y la verdad es que no es fácil. Los nombres que nos gustan están utilizados y hay otros que... tienen delito. Nos hubiera gustado ponerle 'Uva', porque tenemos aquí en la zona dos bodegas magníficas, aparte de que Castilla-La Mancha es una zona de vinos y de viñedos, pero está ya cogido.
¿Cuándo se podría producir la suelta de esta hembra de lince?
Eso es decisión de los veterinarios del Chaparrillo y de la Junta. Depende un poco también del animal, de si se adapta o no se adapta.
¿Qué tal está yendo la época de berrea en cuanto a visitantes?
Muy bien. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana hubo mucha gente visitando el centro de interpretación de Horcajo y hemos recibido felicitaciones al personal de allí, mostrándose sorprendidos porque para muchos era un parque desconocido.
¿Y qué le diría usted a esas personas que aún no han descubierto Cabañeros?
Pues que no se lo pueden perder. Alberga un bosque mediterráneo muy bien conservado, tiene rutas muy diferentes, desde las rutas en 4x4 por la zona de la raña a las rutas a pie por el bosque, o la ruta por el río Estena, que aparte de ver uno de los ríos mediterráneos mejor conservados y un paisaje magnífico, tiene la huella del pasado marino, fósiles o la huella del gusano gigante y de las rizaduras marinas de los trilobites, o la cascada del Chorro. También tenemos los centros de visitantes de Casa Palillos, Torre de Abraham y Horcajo de los Montes, más otros dos centros municipales como el Museo Etnográfico de Alcoba y el Museo de Fauna de Retuerta.
Y desde el punto de vista faunístico, además de ciervos y jabalíes se pueden observar con relativa facilidad el buitre negro y buitre leonado, y tenemos el águila imperial, por poner unos ejemplos.
Pero no es solo esto. También tenemos unos cielos espléndidos sin contaminación lumínica y es muy fácil ver todas las constelaciones. Tenemos en el entorno unas bodegas magníficas, donde hacen catas y visitas, los quesos de Navalucillos o los aceites de Los Navalmorales... Cabañeros es mucho más que el propio entorno natural.
¿La estrella del parque sigue siendo el ciervo?
Para el público mayoritario, sí. La mayor parte de la gente viene atraída por el ciervo, salvo el sector ornitológico, que viene buscando ver aves, sobre todo.
¿Hay tal sobrepoblación de ciervos y jabalíes como para poner en peligro el ecosistema, como se afirma desde la Asociación de Afectados del Parque Nacional de Cabañeros?
Sobre esto puedo decir varias cosas.
En el Plan Rector se establece un número de 20 ciervos por kilómetro cuadrado al final del otoño en la raña, y es cierto que esa cifra en la parte pública del parque se ha superado. Pero también dice que para afrontar esa situación, hay que tener una serie de estudios científicos que avalen lo que se vaya a hacer. Y hay un Plan de Gestión de Ungulados publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha y que está en vigor. Habría que quitar en el primer año unos 2.040 individuos y nosotros, con las actuaciones que hicimos, llegamos a más de 1.900, a lo que habría que sumar las víctimas por la enfermedad hemorrágica epizoótica, 201 ejemplares que tengamos controlados.
En el caso del jabalí se alcanzó algo menos de los 600 y pico que había que retirar, se llegó a los casi 460 ejemplares.
A mí lo que me llama la atención de la denuncia ha llevado a la Comisión Europea esta asociación es que no sabemos ni quién ha hecho esos informes ni qué aval técnico o científico tienen ni dónde se han hecho. Y si tanta preocupación les causaba al estado del parque, por qué no han presentado esos informes ante el propio Patronato o los han elevado a la Comisión Mixta de Gestión.
También puedo decir que ha habido varias reuniones con representantes de los propietarios de las fincas y se ha estado trabajando en un borrador de convenio con los titulares, que fue aprobado en la Comisión Mixta el 19 de septiembre. Se les ha enviado y todavía no se ha recibido contestación.
En el parque hay sobrepoblación de herbívoros en general, pero no está abandonado por la administración ni nada por el estilo, como denuncian. Nunca ha tenido tanta inversión, 23 millones de euros en los últimos cinco años.
¿Controlar esta sobrepoblación es su gran reto como directora del parque?
Sí, junto con conseguir tener esa pareja estable de linces, que además de un desafío es un deseo personal.