Un centenar de personas sufren sensibilidad química múltiple

La Tribuna
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El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, inauguró las III Jornadas de Investigación organizadas por la Asociación de Síndrome de Fatiga Crónica y Sensibilidad Química Múltiple de Castilla-La Mancha.

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, inauguró las III Jornadas de Investigación organizadas por la Asociación de Síndrome de Fatiga Crónica y Sensibilidad Química Múltiple de Castilla-La Mancha. - Foto: JCCM

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, que inauguró ayer las III Jornadas de Investigación organizadas por la Asociación de Síndrome de Fatiga Crónica y Sensibilidad Química Múltiple de Castilla-La Mancha, indicó que esta patología afecta a un centenar de personas en Castilla-La Mancha.

En este marco, destacó la colaboración conjunta con las asociaciones para mejorar los protocolos asistenciales con los que se atiende a los y las ciudadanas.

Según informó la Junta, Fernández Sanz señaló que en los últimos meses se ha puesto a disposición de las distintas áreas sanitarias el protocolo de atención a las personas con sensibilidad química múltiple.

«En este caso afecta a un centenar de personas de nuestra comunidad, y lo importante es que desde las instituciones y las asociaciones seamos sensibles para hacer la vida un poco más fácil a estas personas», resaltó el consejero de Sanidad.

El objetivo de este protocolo, que ya se ha distribuido a las distintas gerencias de Atención Integrada, Gerencia de Atención Primaria y Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario para que se ponga en conocimiento de todos los profesionales del Sescam, es disminuir, en la medida de lo posible, los agentes ambientales que se encuentran dentro de los centros sanitarios y que pueden afectar a estos pacientes.

Para ello, recoge recomendaciones y procedimientos de cuidados de estos pacientes en los distintos niveles asistenciales.

 

Atención primaria. Tal y como describe el protocolo, la consulta de Atención Primaria es uno de los lugares donde la adaptación a estas personas resulta más importante, puesto que es un lugar al que las personas con esta patología deben acudir con mayor frecuencia.

Muchas de las sustancias desencadenantes para una persona con SQM se encuentran comúnmente en los centros de salud e incluyen ambientadores, neutralizadores de olor o desinfectantes.

Para reducir la exposición, se recomienda concertar la visita a primera hora, comprobar el cuadro de alergias e intolerancias del paciente, retirar, si es posible, ambientadores y otros aparatos de olor y proporcionar un lugar de espera en el que se evite el contacto con otras personas, entre otros consejos.