Hallan taller completo de pesas de telar de la era del Bronce

Galán
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Tras cuatro años de trabajo en el yacimiento Montón de Trigo (Los Yébenes), el arqueólogo Arturo Ruiz Taboada y su equipo han hallado «la primera fábrica completa de la Península». El asentamiento albergó dos fases de ocupación durante 400 años

Hallado en Los Yébenes un taller completo de pesas de telar - Foto: Yolanda Lancha

El yacimiento arqueológico conocido como Montón de Trigo lleva siendo analizado desde los últimos cuatro años como parte del proyecto 'Entre dos tierras', al deber su nombre a la ubicación que presenta el asentamiento analizado justo entre dos comarcas, los Montes de Toledo y el Valle del Tajo. Un trabajo de análisis, investigación y excavación que ha liderado el arqueólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Arturo Ruiz Taboada, junto a su equipo.

Ubicado en lo alto de un cerro que además de divisar las comarcas mencionadas supervisa los cielos de la localidad de Los Yébenes (Toledo), el estudio de Montón de Trigo ha traído un hallazgo inesperado en la última semana de trabajo. Después de analizar el terreno y la ocupación que esta superficie tuvo hace 4.000 años durante cuatro temporadas, la mayor de las sorpresas se ha desvelado justo al final de las mismas.

Y es que entre los restos de un poblado en el que según calcula Ruiz Taboada debieron de vivir unas 20 o 25 familias se ha hallado algo nunca visto hasta ahora en los yacimientos arqueológicos de la Península Ibérica. Se trata de un taller de producción de pesas de telar. Al completo. Ese es el matiz, porque según el jefe de la investigación en varios puntos ya se habrían encontrado elementos similares que componían este tipo de espacios industriales o, incluso, las propias pesas de telar. Sin embargo, el arqueólogo toledano señala que hasta ahora no había ningún taller documentado al completo. «Es como encontrar la primera fábrica al uso de pesas de telar», revela Taboada emocionado.

Hallado en Los Yébenes un taller completo de pesas de telarHallado en Los Yébenes un taller completo de pesas de telar - Foto: Yolanda LanchaTratándose de un asentamiento ligado a la Edad del Bronce, lo habitual es encontrar restos de industrias metalúrgicas, pero por lo analizado en este terreno el poblado que junto a Los Yébenes yacía apostó por lo textil antes que por otros negocios. «Debía ser un poblado menos avanzado a su tiempo, porque había pocos metales y los hallados eran reutilizados» apostilla el representante del equipo descubridor.

Cabe recalcar que las pesas de telas eran artilugios pesados que se fabricaban con arcilla cocida para tensar los hilos que componían los bastidores. La fórmula para interpretar que los restos que allí yacen componen un taller de producción al completo serían la detección de la estructura de combustión, es decir el horno, las cubetas de decantación de la arcilla y, lo más interesante, la arcilla apilada para ser procesada junto a un conjunto de pesas sin cocer, «unas siete u ocho». Arturo Ruiz Taboada explica que «la metodología usada, que es bastante compleja, nos ha permitido descubrir primero el horno en una estructura más elevada, y en otras más escalonadas las cubetas, por ello se denota que es un espacio de trabajo, al estar planificado en vertical y no en horizontal como ocurre con las viviendas».

Tal y como desvela Ruiz Taboada, el proyecto 'Entre dos tierras' no nacía para descubrir algo tangible como lo descrito, «tan poco usual en la prehistoria peninsular», sino que su fin era tratar de conocer las relaciones entre las diversas ocupaciones que hay en los diferentes cerros de la zona, es decir, si la ocupación de todos ellos era simultánea o si, por el contrario, era de diferentes épocas.

Hallado en Los Yébenes un taller completo de pesas de telarHallado en Los Yébenes un taller completo de pesas de telar - Foto: Yolanda LanchaPrecisamente en Montón de Trigo -que debe su nombre al color amarillo que actualmente tapa los restos arqueológicos- los trabajos desempeñados reflejan dos fases de ocupación, aunque ambas parecen que fueron prácticamente continuas. La primera de ellas se contextualizaría entre el año 2.000 y 1.800 a.C. Se averigua que existió una segunda ocupación debido a una reconstrucción del muro que separaba el interior del exterior del poblado, aumentado hasta los tres metros y protegido con contrafuertes presumiblemente tras un incendio. Taboada también cree que al abandonar la segunda ocupación el yacimiento en torno al año 1.600 a.C. el entorno sufrió otro incendio, quizás como parte de un ritual al abandonar la que fue su casa. A día de hoy se aprecian con claridad en las rocas las marcas de sendos fuegos.

Más allá de ese taller de pesas de telar o fábrica pionera en la época, el asentamiento también se dedicaba a otras profesiones. Justo al lado del espacio industrial detallado se ubica un pequeño pasillo abocinado que, según la interpretación de los expertos, se usaba para contar ganado.

Unas conclusiones que se han realizado tras una excavación de 140 metros cuadrados sobre una superficie total de 1.320, es decir, apenas un uno o dos por ciento de la totalidad del espacio ocupado en la Edad del Bronce. Como es obvio, el terreno a excavar no ha sido elegido al azar, sino que durante los cuatro años en los que ha durado el proyecto se han realizado diversas etapas y funciones, como el paso del georradar en la primera temporada, así como el Carbono 14, para excavar en función de los resultados concluidos. 

Arturo Ruiz Taboada expresa ante todo el agradecimiento a las administraciones que apoyan y financian el proyecto, como son los casos del Ayuntamiento de Los Yébenes y la Diputación de Toledo,  que «apostaron por un proyecto en pañales para que la gente de la localidad conociera que tiene un patrimonio muy rico y que está aún pendiente de ser valorado». Como parte de su equipo le han acompañado estudiantes de prácticas de la Universidad Complutense procedentes de diversos países como Argentina o Brasil y que han desempeñado «funciones muy laboriosas en un espacio a pleno Sol en el mes de agosto».

Tras el descubrimiento inesperado del taller de pesas de telar en la última semana, el futuro de 'Entre dos tierras' pasa ahora por La Chorrera, otro yacimiento arqueológico de la zona que permitirá estudiar otra ocupación, quien sabe si simultánea o no a la de Montón de Trigo.