Diego Murillo

CARTA DEL DIRECTOR

Diego Murillo


Del río que se llevan al río que se queda

12/12/2022

La Tubería de la Llanura Manchega es de ese tipo de infraestructuras que pasará desapercibida en cuanto se dé al botón de encendido y haya pasado esa necesidad de agua que anhelan aquellas localidades que padecen los altos nitratos, como ocurre en la zona del Alto Guadiana. Se trata de uno de los proyectos hídricos más importantes de España y parte de Europa. Así lo entienden técnicos, especialistas y políticos. La ciudadanía, sin embargo, entiende que es un derecho, y lo es, pero no es un problema ni un quebradero de cabeza hasta que empiezan las restricciones, el agua de los grifos se enturbia o simplemente no cae ni una gota. Como ha ocurrido durante más de quince años, esta tubería que iba a garantizar el suministro a más de medio millón de habitantes ha importado poco. Tan poco que el Gobierno del PP de entonces estrujó los presupuestos hasta tal punto que se olvidó de la tubería. Solo aparecía en forma de inversiones fantasmas (como ocurre ahora con la A-43) en las cuentas generales; que se abandonaba y se enterraba una inversión cercana a los 300 millones de euros… corazón que no ve, corazón que no siente…; que vandalizaban y dejaban sin cables la ETAP de cabecera de Saelices, daba igual… Ahora que la se quía pone en jaque comarcas como la del Campo de Calatrava, la tubería es la salvación, cuando lo tuvo que haber sido hace una década. Capitales como Ciudad Real han tenido que recurrir a otros trasvases para garantizar el agua; los pueblos calatravos, con la CHG a la cabeza, han ido sondeando pozos en caso de emergencia; los agricultores manchegos, han visto reducidas sus dotaciones para aliviar las reservas de los acuíferos. Y mientras, el agua del trasvase Tajo-Segura ha seguido su curso para el abastecimiento de agua potable y sobre todo para riego al Levante. Murcianos y alicantinos se ponen en modo de guerra, cuando ahora se les empieza a reducir los hectómetros cúbicos por el acueducto de Entrepeñas y Buendía. La Mesa del Agua de Murcia ya ha elaborado una hoja de ruta de manifestaciones que ha sido respaldada y alentada por el Ejecutivo de López Miras por el nuevo plan del Tajo. No tardarán en protagonizar titulares y espacios en los informativos en lo que consideran un golpe a su industria hortofrutícola y a su desarrollo, sobre todo a unos meses de elecciones. El lobby es tan fuerte que hace doblar rodillas en el Gobierno central, aunque sean de distinto color político. Ésa ha sido la historia del trasvase hasta que se ponga caducidad y por más caudales ecológicos que se impongan, el trasvase de una u otra manera continuará, para uso doméstico seguro. El ejemplo de una utilización correcta de los recursos de ese trasvase llegará a través de la tubería a la Llanura Manchega. Daremos un ejemplo al Levante de que las derivaciones de un territorio a otro están abocadas exclusivamente a garantizar el abastecimiento humano. Y que el agua que recorra los 300 kilómetros de tuberías canalizadas llegará a los hogares y no a los campos y a las huertas, ni a invernadores o balsas de agua al pie del Mediterráneo. Será entonces cuando El río que se llevan, como escribía Barreda, se convertirá en el río que se queda en las casas de Castilla-La Mancha.