Los cambios en la movilidad mejoran la calidad del aire

Hilario L. Muñoz
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Las cifras de la red de vigilancia de la Junta de Comunidades señala a 2023 como el año con menos días en que se lanzaron alertas, aunque el calor disparó el ozono

Un vehículo expulsa gases contaminantes de su tubo de escape - Foto: Rueda Villaverde

Ciudad Real y Puertollano cerraron en 2023 uno de los mejores años en cuanto a la calidad del aire que respiraron, por el número de días con mala o muy mala calidad, según los informes de la red de vigilancia de la Junta de Comunidades y recopilados por La Tribuna. Unos informes en los que la suma de días de la capital y la ciudad minera refleja, por ejemplo, unos datos muy similares a los que hubo en el año del COVID, cuando la movilidad y la actividad económica se redujeron al mínimo. Sin que haya cerrado ninguna empresa clave y sin que haya cambios significativos en los procesos energéticos, hay tres aspectos significativos en estos datos, como es la ausencia de masas de polvo sahariano, como las que en 2022 hicieron que el ambiente fuera 'naranja' durante unos días; que el pasado verano fuera una estación sin incendios de gravedad, en el entorno cercano a Ciudad Real, lo que redujo las partículas volátiles que se transportan en el aire; y los cambios en el transporte.

La valoración la hace la directora del Instituto de Investigación en Combustión y Contaminación Atmosférica de la Universidad de Castilla-La Mancha, Beatriz Cabañas, quien apuntó, por ejemplo, a que se ha hecho un trabajo estos años que han cambiado la tecnología del transporte urbano en Ciudad Real, cuyo efecto se puede empezar a notar. «En Ciudad Real hay autobuses que contaminan menos» y que se vienen utilizando desde hace «un par de años más». Igualmente, recordó que hay un incremento del «transporte público potenciado por las ayudas» del Gobierno a la movilidad. Cabañas también valoró la aparición de «nuevos combustibles, que ya se venden en gasolineras» y que se suma a los nuevos motores más 'verdes'. Cabañas destacó que «todos los meses» se produce esa disminución. «No es como el 2020, que se puede considerar que no había actividad».

Los datos de 2023. En cifras, sumando los días malos de Ciudad Real y Puertollano, hubo 58, uno menos que en 2020. Hay que remontarse a 2014, con 31, para encontrar un año mejor en las cifras que publica la Junta de Comunidades en sus partes mensuales. 

Hubo 25 días malos en Ciudad Real, 21 solo por partículas PM10, destacando febrero con siete días en que se superó el umbral recomendado por la OMS. El día con peor calidad del aire fue el 19 de julio del año pasado, con 87 microgramos por partículas, en una de las olas de calor del año, con varios días esa semana de más de 40 grados centígrados en los termómetros.

Mientras, en Puertollano hubo 33 días malos, de los que 17 fueron debido a la presencia de partículas PM10 en el ambiente. También destaca el 19 de julio, con 104,96 microgramos. Igualmente, resalta el mes de octubre, con seis días en que se superaron los límites de ozono. El calor es uno de los elementos que influyen en su presencia en el ambiente y, por ejemplo, en este invierno de 2024, ya han sido varias las jornadas en las que se han enviado alertas, para pedir a la población que reduzca su presencia en la calle, por la alta concentración de este compuesto, una clave de cara al análisis futuro de esa calidad del aire. La última alerta fue el 21 de febrero.