Gustavo Molina viaja este jueves hasta Los Ángeles (Estados Unidos), donde este domingo participará en el Maratón de esa ciudad. El deportista infanteño afincado en Poblete ha sido invitado por la organización y se presentará en la línea de salida solamente una semana después de competir en el Maratón de Barcelona, donde concluyó en sexta posición con un tiempo de 2:03.19.
«Mi objetivo era bajar de las dos horas, pero a partir del kilómetro 30 me descolgué y perdí el ritmo», asegura Molina, que poco a poco va intentando recobrar su mejor forma tras sufrir algún problema físico. El día anterior había participado en esgrima en una competición inclusiva representando al CN Ciudad Real, junto a Ana Arcos, su mujer, y sus hijos Ana y Darío. Los más pequeños incluso subieron al podio, aunque por encima de los resultados Gustavo Molina se queda con la opción de haber competido con tiradores a pie.
De cara al Maratón de Los Ángeles, admite que bajar de las dos horas es muy complicado por la dureza del trazado y se queda con la espectacularidad de una prueba que saldrá desde el Dodger Stadium, el estadio de béisbol de mayor capacidad de Estados Unidos, y llegará a las playas de Santa Mónica, pasando por lugares emblemáticos como Beverly Hills o Hollywood. «Me invitó la organización y para mí ya es un gran premio poder asistir», confiesa Molina.
El lunes regresará a España y casi sin deshacer la maleta se desplazará a Italia, donde disputará el Mundial Militar de Atletismo Paralímpico. El manchego competirá en la modalidad de atletismo en silla, donde tomará la salida en las pruebas de 800, 1.500 y 5.000 metros. Una nueva experiencia internacional para un deportista total.