Los diputados Carmen Fúnez y Enrique Belda informan de que el Grupo Parlamentario del Partido Popular en el Congreso ha formulado iniciativas relativas al alto nivel de riesgo que supone el juego online en casinos para las poblaciones más jóvenes, a raíz de la evaluación efectuada por el director general de Ordenación del Juego del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Tienen como fin conocer las previsiones acerca de impulsar alguna medida preventiva o paliativa. "Es imprescindible la concurrencia de las administraciones autonómicas para complementar el marco normativo y ejecutivo de la explotación de casinos", apostillan.
A través de una nota de prensa emitida por el PP, Fúnez y Belda recuerdan que durante las décadas de regulación del sector de juego, los poderes públicos han mantenido una tensión de vigilancia que no puede relajarse ahora, puesto que "los datos no son nada buenos e indican que no cede el peligro de ludopatía por parte de personas jóvenes mayores de edad". Sostienen que la administración ha de conciliar la libertad de establecimiento comercial de los casinos que vienen explotándose, con las reglas de licencia, ubicación, promoción y vigilancia que garantice que solo se acude a ellos desde una decisión consciente y con responsabilidad en el uso de las apuestas y los juegos.
"Tras el confinamiento de la COVID se ha disparado el juego y la apuesta en red, que ya venía experimentando un crecimiento imparable desde 15 años antes, lo que requiere una intervención supracomunitaria de control de portales y límites de acceso, que ha de comprometer una labor permanente de investigación y desarrollo tecnológico multinivel", agregan, a la vez que señalan que "esta es la segunda cara del problema, la apuesta en casa o en el trabajo, que demanda un seguimiento aún más especializado que el que se realiza con los locales, donde es más fácil la colaboración de los empresarios del sector e inmediata la imputación de responsabilidades".
Los diputados populares lamentan que "el Gobierno de España, en los últimos cinco años, parece limitarse a reconocer el problema, denunciar la situación y hasta incluso satanizar al sector de los casinos, sin abordar las consecuencias sociales inmediatas en personas en situación de ludopatía derivadas del preocupante eco de las apuestas entre los más jóvenes".