La borrasca Jana sigue activa en Castilla-La Mancha y las administraciones están muy pendientes de las lluvias, el viento y de los desembalses que se están realizando con criterios técnicos. En este caso, la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, ha asegurado esta mañana que Albacete continúa en alerta amarilla por viento, que se mantendrá también mañana. Además, se está extremando la vigilancia en dos zonas complicadas de la región, una en Guadalajara por el río Henares; y la otra en Toledo, concretamente en la zona del río Alberche.
En principio, Tolón aseguró en Guadalajara «la situación se está controlando bien» y en Toledo, ya ha tenido la oportunidad de ponerse en contacto con el alcalde de Talavera, uno de los municipios afectados por la subida del río Tajo a su paso por la ciudad, y reiteró que la Delegación «está su disposición las 24 horas del día».
En este contexto, Tolón ha insistido en en que la Delegación mantiene un contacto estrecho y directo en relación a la Cuenca del Tajo con la Confederación Hidrográfica y con los cuerpos y fuerzas de seguridad para ayudar en lo necesario, como en los posibles desalojos.
Lo importante, en su opinión, «es la buena coordinación» entre administraciones. Tolón aseguró además que la emergencia «se está coordinando perfectamente con el Gobierno regional», la administración competente.
De momento, la delegada del Gobierno en la región, ha dejado claro que las administraciones «están dejando trabajar a los técnicos, encargados de ir desembalsando poco a poco para que los pantanos y la cuenca vayan normalizándose».
Respecto a la borrasca en sí, Tolón ha remarcado «que la situación meteorológica puede ir cambiando de un minuto a otro», pero considera que lo importante en esta situación es el trabajo conjunto de los técnicos y de las administraciones.
Por último, Tolón se ha referido al desplazamiento de miembros de la UME el lunes por la tarde a Santa Cruz de Retamar. En este caso, la delegada ha explicado que la Delegación no ha activado a la UME, pero los militares se han desplazado voluntariamente y «de motu propio» a este municipio «para supervisar el terreno por si tuvieran que intervenir».