Hay una preocupación en aumento entre los profesionales jurídicos y educativos ante el aumento de la violencia filioparental, la que ejercen los hijos hacia los padres. Se trata de una situación ante la que la asociación Sistema, una organización surgida en 2006, en Ciudad Real, trató de encauzar con unas jornadas, celebradas la pasada semana, que se vieron desbordadas, por el interés suscitado, teniendo que cambiar en tres ocasiones el espacio elegido por la demanda de participación a un encuentro que estuvo organizado de la mano de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filioparental.
«La denuncia es la punta, pero debajo hay muchísimo», señaló a La Tribuna José Óscar Martín, director de la asociación. Sistema, surgida en Ciudad Real y que ahora cuenta con presencia en las cinco provincias de Castilla-La Mancha, trabaja con menores que tienen conductas delictivas y su abordaje es holístico, abordando otra problemática relacionada como patologías o dinámicas familiares. «En los últimos años, la sociedad ha sido muy cambiante y, tristemente, una de las tipologías delictivas que más se viene dando es la violencia en el seno familiar», un fenómeno ante el que los ámbitos profesionales se sienten cada vez más desbordados por situaciones de este tipo que continuamente están llegando a los servicios del ámbito social, cultural, clínico, policial o psiquiátrico. «Desde la experiencia profesional nuestra, cada vez es más frecuente, y cuando hablas con profesionales te lo dicen, que llegan muchos padres con muchas necesidades de decir mi hijo cada vez está más violento, hace más desaire, hace más desplantes, golpea las puertas, daña el mobiliario, está amenazante e, incluso, nos llega a intimidar». Finalmente, hay algunos que les han agredido y dicen: «Es duro tener que denunciar, pero no vamos a tener más remedio».
Martín señaló que hay casos que han sido mediáticos este año, como los dos menores detenidos por el asesinato de su madre en Castro Urdiales, pero recordó que esta violencia «es un fenómeno que viene siendo repetitivo y que cada vez hay más denuncias en los juzgados». Por este motivo, indicó, que la jornada buscó la presencia de integrantes de tribunales o psicólogos, porque la violencia hay que atajarla «desde el primer signo». «Muchas veces los padres nos cuesta o estamos muy despistados y no sabemos hacia dónde dirigirnos, no sabemos de qué manera actuar». En este sentido, los profesionales necesitan también tener estos encuentros para seguir repensando en cómo intervenir. La jornada fue «un punto de inflexión, un antes y después ante la violencia filioparental en la provincia».
Martín recordó que a la asociación llegan casos con sentencias firmes y ahí es donde han visto «una constante en los últimos años». Igualmente, indicó que hay mucha detección de estos casos en el ámbito educativo, con padres que llegan al departamento de orientación para informar de «conductas muy violentas» de su hijo hacia los progenitores.
Martín recordó que Castilla-La Mancha es una comunidad que lleva años trabajando en este ámbito, con recursos específicos y muy especializados para el tratamiento de la conducta violenta. Por ejemplo, Sistema actúa con quienes tienen una sentencia privativa de libertad por estos motivos. Para los menores «también es un shock pensar que tus padres te han denunciado», por lo que es clave realizar un trabajo terapéutico «de muchos meses» que les ayude a estructurarse y a generar hábitos cotidianos. Además, también actúan con los padres, con un grupo de trabajo, donde progenitores que ya han pasado por la experiencia de la violencia filioparental y del internamiento de sus hijos acogen y reciben a esos nuevos padres que se ven en esta situación.