El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos representa un reto para España y la Unión Europea (UE) en el comercio alimentario, ante la posibilidad de nuevos aranceles y la difícil resolución de disputas en el sistema multilateral.
EE. UU. es en el caso de Ciudad Real, el octavo socio comercial, con unas exportaciones valoradas, en 2024, entre enero y noviembre, en más 78 millones de euros. Es el primer comprador de productos 'hecho en Ciudad Real' de fuera de Europa y es, de lejos, el primero en la adquisición de quesos, que representan casi la mitad de las compras estadounidenses en la provincia, multiplicando por cuatro las operaciones que se realizan desde Alemania. Desde el Consejo Regulador del Queso Manchego, su presidente, Antonio Martínez Blasco, indica, en declaraciones a La Tribuna, que el sector permanece «expectante» tras la toma de posesión de Trump. «Estamos a ver qué pasa», reconoce Martínez Blasco, que indica, eso sí, que en estos momentos «hay mucho ruido con operadores por el posible impacto que pueda tener la llegada de Trump y muchos se están poniendo la venda antes que la herida». De hecho, recuerda que para las ventas de queso manchego, la anterior presidencia del republicano no fue mala. «A pesar de que impuso, en sus últimos años, un arancel del 25% que afectó a muchos productos, el queso manchego aumentó sus ventas». «Es verdad que podríamos haber vendido más sin el arancel, pero fuimos capaces de aguantar», una circunstancia que atribuye «al buen trabajo hecho antes» para posicionar al queso manchego como un producto gourmet y reclamado por el consumidor estadounidense.
Eso sí, un informe reciente de la Cámara de Comercio situaba a este producto como el «más vulnerable ante un aumento de aranceles u otras barreras proteccionistas». En ese documennto se insistía en que el primer mandato de Trump «no tuvo un impacto negativo en las exportaciones de Castilla-La Mancha a Estados Unidos». Al contrario, ya que habla de «un impulso generalizado en las exportaciones, especialmente en los sectores industriales y tecnológicos, aunque con algunas excepciones en productos plásticos y aluminio. A nivel provincial, las exportaciones de productos industriales y tecnológicos a Estados Unidos aumentaron significativamente durante la administración Trump».
Y eso a pesar de que en 2019, el presidente impuso en su primer mandato aranceles adicionales a 113 productos españoles -suspendidos en 2021 por cinco años- en medio del contencioso por los subsidios a Airbus y Boeing, mientras siguen aplicándose a la aceituna negra de mesa por otra disputa.
Con el republicano en la Casa Blanca, se vendieron productos ciudadrealeños al gigante americano por valor de más de 454 millones de euros. Solo se consiguieron más ingresos en Francia, Alemania, Italia, Portugal y Turquía. Además de queso, EE. UU. compra también maquinaria y, sobre todo, vino. Más de 29,5 millones de euros en la era Trump. De nuevo, el primer país fuera de Europa que más euros gastó.
Con esta experiencia previa, la industria alimentaria española ha llamado a continuar impulsando las negociaciones para la eliminación definitiva de estas barreras, al tiempo que mantiene la promoción en ese mercado estratégico con una demanda creciente.