La terraza del Antiguo Casino de Ciudad Real ha sido el escenario donde, ante centenares de personas, el periodista David Centellas ha proclamado un emotivo y nostálgico pregón de la Feria en honor a la Virgen del Prado. En los ocho minutos de pregón, ha logrado capturar la esencia de la Feria, mostrando su profundo arraigo en la cultura manchega a través de un pregón en forma de crónica periodística.

El pregón ha comenzado con una pregunta que su sobrino de siete años había escrito para el alcalde: "¿Y si todos los días fueran feria?". Este ingenioso juego de palabras ha permitido a Centellas reflexionar sobre la importancia de lo que es efímero, destacando que las cosas se vuelven memorables precisamente porque ocurren sólo una vez al año, como es el caso de la Feria.

El periodista ha ido enlazando recuerdos, situaciones, olores y momentos para intentar llevar a los presentes a lo que supone para él la Feria de Ciudad Real, de la que ha dicho que "ha cubierto todas sus hojas de programación para contársela a todo el mundo". De los periodistas de la capital ciudadrealeña ha asegurado "son la fiel infantería". 

El pregón fue una crónica de lo intangible de las Ferias

Uno de los momentos más originales del pregón ha sido cuando Centellas ha hecho referencia a uno de los aniversarios que celebra la ciudad en este 2024: el nacimiento de López Villaseñor. Se ha preguntado qué parte de la feria elegiría el célebre pintor para inmortalizar en sus obras.

Entre las diversas posibilidades, Centellas ha imaginado que quizás Villaseñor optaría por plasmar un bodegón, evocando esas comidas y reuniones familiares del día 15 de agosto en Ciudad Real, en torno a cocinas manchegas que ya no existen, pero que simbolizan la importancia de la familia y la necesidad de preservar estas tradiciones.

El momento emocionante ha llegado cuando el pregonero, recordando el cartel anunciador de la Feria del año de su nacimiento -1987-, se ha acordado de sus padres, puesto que aquella Feria tuvo como cartel a una pareja bailando "que podrían ser mis padres en el vermú o en la Talaverana". 

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Otro de los mensajes clave del pregón ha sido la idea de que ferias como la de Ciudad Real unen generaciones y sacuden la memoria colectiva, "las Ferias de nuestras vidas" recordándonos quiénes somos. Ha llamado el pregonero "a llenar las calles, a conquistar la plazas y a colonizar la vida pública para bailar, cantar y reír". Centellas ha terminado el pregón con un claro y conciso: "Y ahora, vámonos a la Feria".