"(...) porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia". Con estas palabras de Don Quijote, con las que se dirigía a Sancho en el capítulo donde le promete la Ínsula de Barataria, Miguel Ángel Carballo Cuervo concluía su discurso de toma de posesión como nuevo fiscal jefe de Ciudad Real. Un acto celebrado este martes en la Audiencia Provincial que ha estado presidido por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y que ha contado con la intervención también del fiscal superior de Castilla-La Mancha, Emilio Manuel Fernández; y de la presidenta de la Audiencia Provincial, María Jesús Alarcón. Todo ello en una sala abarrotada que también contó con la presencia del presidente de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, además de representantes de la plantilla de fiscales de sala, magistrados y numerosas autoridades políticas, civiles, religiosas y militares.

Tras firmar el acta de toma de posesión amadrinado por la teniente fiscal de Ciudad Real, María del Carmen Mendiola, Carballo se dirigía a los asistentes con palabras de agradecimiento y dejando un aspecto claro, el de su deseo de regresar a la Fiscalía donde se inició en la carrera judicial hace 33 años y donde permaneció 14, antes de trasladarse a la Audiencia Nacional: "Este es el destino que yo quería, el único que solicité". El nuevo fiscal jefe de Ciudad Real recordaba que, pese a ser madrileño de nacimiento, hace años que echó raíces en Ciudad Real, donde ha mantenido su residencia y donde contrajo matrimonio con una ciudadrealeña.

En un discurso leído, sobrio pero también con ciertas licencias y guiños, expresaba su deseo de poner al servicio de la Fiscalía de Ciudad Real su amplio bagaje como fiscal en la Audiencia Nacional, donde ejerció durante 19 años, cinco de ellos como teniente fiscal, y especializado en delitos de terrorismo: "Quise ir a la Audiencia Nacional para enfrentarme a la delincuencia más grave, la que amenazaba el orden constitucional, la paz pública y el orden de España. Estuve varios años acompañado de escolta, viviendo asuntos que pongo como ejemplos para reivindicar ser algo más que 'el fiscal del Tsunami'", alegaba Carballo, en referencia a su mediática decisión de rechazar la acusación de terrorismo en la causa sobre el independentismo catalán. En este sentido, Carballo enumeraba su participación directa en asuntos como el juicio por el atentado a Miguel Ángel Blanco, los atentados yihadistas de Barcelona, la acusación a los CDR por terrorismo o la comparecencia en prisión de los miembros del Gobierno de Cataluña en el año 2017. "Ha llegado el momento de reconducir mi carrera y volver a mi origen profesional", decía, en una intervención en la que ensalzaba la labor de su predecesor en esta responsabilidad, Luis Huete, también presente en la sala.

Carballo, durante su discurso de toma de posesión. - Foto: Jesús Monroy

Hoja de ruta jurídica

Durante su discurso de toma de posesión, Miguel Ángel Carballo esbozaba una declaración de intenciones, en lo que será su hoja de ruta profesional en este nuevo destino. Subrayó la importancia de los casos relacionados con la violencia de género y agresiones sexuales; se mostró a favor de la modalidad de pruebas preconstituidas (no obligar a las víctimas vulnerables a repetir declaración durante la vista oral); apostaba por la figura de los facilitadores para las personas con discapacidad; considera "esencial" la presencia física de los fiscales en los juzgados, en hilo directo con el juez de instrucción; pretende acentuar la vigilancia de las personas mayores recuperando las visitas a los centros residenciales; quiere elaborar un calendario de visitas a centros penitenciarios; se ha propuesto intentar reducir los retrasos en los procesos, tanto en la instrucción como durante el juicio; recomendaba aceptar conformidades siempre que sean "útiles" para la administración de justicia; mantener una relación "íntima" con los cuerpos policiales; y prometía cuidar el principio de transparencia y la relación con los medios de comunicación.

Carballo (izquierda) saluda al fiscal general del Estado. - Foto: Jesús Monroy

Testigo de los años más duros del terrorismo

Durante su turno de palabra, el fiscal general del Estado, Álvaro García, ponía en valor la "huella" dejada en la jefatura de Ciudad Real por el ya jubilado Luis Huete, y calificaba esta plaza como "un muy buen ejemplo de una buena fiscalía española". Además, recordó que Miguel Ángel Carballo había convivido en la Audiencia Nacional con "años durísimos de terrorismo, los más duros, porque ahora hay mucho ruido y polarización, pero no se genera la violencia desatada que sufieron entonces los compañeros de la Fiscalía y de la Audiencia".

El nuevo fiscal jefe posa con autoridades judiciales y políticas antes del acto. - Foto: Jesús Monroy

Emilio Manuel Fernández, fiscal superior de Castilla-La Mancha, destacaba la labor de Carballo por su "ejemplaridad, con mano prudente y sabia", y lo definía como "un hombre de fuertes convicciones, valiente y de sólida formación", mostrándose convencido de que "vas a encajar" en el "gran equipo de fiscales" que tiene Ciudad Real.

Más fotos:

Por su parte, María Jesús Alarcón, presidenta de la Audiencia Provincial, le aconsejaba "tener grandes dosis de paciencia, y limar tensiones y asperezas" en la responsabilidad que a partir de ahora le toca asumir, y lanzaba un mensaje de apoyo y colaboración, a la vez que de reivindicación, por los "escasos medios de los que disponemos", deseando "que se nos escuchen a todos los operadores judiciales" en sus demandas. Personalmente, a Carballo le tendía la mano para "aunar esfuerzos" en la administración de justicia.