Septiembre es el mes de la vuelta a la normalidad, de la vuelta a la actividad, del regreso a las aulas… y de la cuesta que llega después del verano. Los hogares hacen cuentas para tratar de cuadrar unos gastos que se disparan y que reabren un frente económico en una provincia que, pese a todo, en el último año, se mantiene como la menos inflacionista del país.
La primera preocupación, la inminente vuelta al cole, con un coste medio que las asociaciones de consumidores sitúan en más de 400 euros por hijo e hija y después de que 'sufrir' las subidas de precios más caras en todo lo que tiene que ver con la educación, en infantil y secundaria, en tres de los últimos cuatro cursos: 2019, 2021 y 2022.
Y por si eso fuera poco está también la gasolina. Los precios en las estaciones de servicio tocan techo estos días con precios que no pagaban los conductores para llenar sus depósitos desde el verano pasado. En plena operación retorno, el litro de gasolina costaba al acabar la semana pasada 1,713 euros de media, con siete de cada diez surtidores con precios por encima de esa media. El diésel toca techo también desde la primavera, con una tendencia que asusta: desde el 1 de julio el precio medio del litro de la gasolina y del gasóleo ha subido todos los días, menos uno.
Otro golpe que notan los bolsillos de los ciudadrealeños es el de la cesta de la compra. En la lista del IPC, los alimentos se han convertido en el principal quebradero de cabeza. Y no es algo nuevo. Desde abril del año pasado, mes a mes, los alimentos acumulan subidas de precios por encima del 10 por ciento en su tasa interanual. Nada sube más que los alimentos. Según el IPC, a la cabeza, el azúcar, casi un 40 por ciento más caro que el verano pasado y el aceite, que vale un 25 por ciento más en las tiendas que hace un año. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunciaba estos últimos días que el aceite de oliva ha disparado su precio en el último mes y medio con una subida del 15,4% que ha llevado el precio medio de los 8,16 euros a los 9,42 euros y que en el caso de alguna marca se sitúa ya por encima de los 12 euros. El motivo, la sequía. El ministro Luis Planas indicaba que «si ahora empezara a llover de forma intensísima durante cuatro semanas, automáticamente los precios bajarían en picado». Hoy, como ha pasado el fin de semana, de momento, llueve.
Pero no solo son los precios del aceite marcados por la falta de abastecimiento en el mercado. También sube por encima de la barrera del 10 por ciento en el último año en la cesta de la compra de los ciudadrealeños productos como los cereales, la carne de porcino, los huevos, la leche, las patatas y la fruta o los preparados de legumbres y hortalizas.
Otra actividad en el punto de mira es la hostelería. A falta de conocer el dato relativo a agosto, los precios en Ciudad Real en la restauración y los comedores llueven sobre mojado. Han aumentado más del cinco por ciento hasta julio tras cerrar un 2022 que fue histórico en la inflación que detecta el IPC: casi ocho puntos que llegaron a rozar subidas interanuales del nueve por ciento en primavera, en Semana Santa.
Y a eso se suman gastos como las hipotecas. El euríbor despidió agosto en el 4,072% de media, en la que fue la primera caída intermensual en 20 meses. En esos casi dos años, la escalada del valor de referencia para los créditos hipotecarios ha hecho mella en los que están pagando sus viviendas. Según la tasadora Tinsa, en su último informe sobre mercados locales, hasta mitad de año, aunque Ciudad Real sigue siendo la provincia de España más económica para hacer frente a una cuota hipotecaria, en torno a los 380 euros de media, eso se traduce en que hay que reservar ya el 22% de la renta disponible del hogar medio destinada al pago del primer año de una hipoteca que financia el 80% del valor de una vivienda media. Y en el alquiler, más de lo mismo. El portal inmobiliario Idealista sitúa la subida de precios en la provincia en el 3,4 por ciento de media y en la capital, roza casi el cuatro por ciento en el último año.
Y la electricidad.
Por si fuera poco, los ciudadrealeños también afrontan ahora subidas de su factura energética. Es cierto que si se compara con la situación de hace un año, las cuentas son positivas, hay que recordar que entonces, en el verano de 2022, los precios de la luz y del gas tocaron techo, con subidas que llegaron hasta el 60 por ciento. Pero también aquí saltan las alertas. El precio de la luz cerró agosto como el mes más caro desde febrero. En el mes, la media del mercado eléctrico se sitúa así en los 96,04 euros/MWh, frente a los 154,89 euros/MWh que registró en agosto de 2022 el 'pool', haciendo de este mes el más caro desde febrero de este año.
No obstante, agosto del año pasado fue el mes con el precio promedio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista más alto de la historia, con una media de 307,75 euros/MWh, ya que se debe sumar al 'pool' la compensación media diaria por ajuste del gas, fruto de la aplicación del tope al precio del gas utilizado por las centrales térmicas, que en ese mes se situó en 152,91 euros/MWh.