El Caserío se vuelve a subir este sábado al escenario, a ponerde delante de los focos y de las miradas de los cientos de aficionados que aún guardan en su paladar el dulce sabor que les dejó todo lo vivido la pasada campaña. El equipo que dirige Santi Urdiales, tras una primera mitad de campaña casi inmaculada, rozaba el ascenso a Asobal y en la Copa del Rey se colaba en la fase final tras dejar por el camino a tres rivales de superior categoría. El listón está muy alto, pero nadie duda de que este equipo es capaz de igualarlo e incluso superarlo. Mimbres tiene para hacerlo.
Pero por delante hay un camino muy largo, aún por estrenar. Este sábado, desde las 19.30 horas, llega el primer capítulo de esta nueva ilusionante aventura que nadie sabe hasta dónde llegará. De momento el objetivo es sumar los dos primeros puntos ante un aguerrido rival, un BM Alcobendas que se las sabe todas en Plata y que, de hecho, fue el equipo que ganaba a los manchegos para cerrar la fase regular del curso 23-24.
Con las bajas seguras y aún largas de Carlos Ocaña, Toni Alegre y Víctor Morales, el BM Caserío sabe de la importancia de sacar adelante este primer compromiso del año, y más jugando en el 'Quijote'. "En la primera jornada todos tenemos incertidumbres, aparte de la dificultad del rival, pero afrontamos este primer partido con optimismo. Hemos hecho una buena pretemporada, con algo de irregularidad, pero hemos estado bien. Nuestra mejor versión va a costar un poco verla, pero vamos a intentar sumar todos los puntos posibles en este comienzo", asegura su entrenador Santiago Urdiales.
El técnico santanderino teme que los jugadores sientan algo de presión por lo bien que fueron las cosas la pasada temporada, aunque les ha recordado que "lo que sucedió fue algo histórico, que pasa solo una vez. Vamos a intentar empezar bien, aunque Aranda empezó muy mal el año pasado y al final ascendió, así que nunca se sabe lo que puede pasar. Tenemos una buena plantilla, larga, que nos permitirá estar fuertes cuando vengan momentos complicados". Urdiales vaticina una temporada "muy bonita y difícil", en la que habrá "seguro" malos momentos. Además, sentía "responsabilidad" ante una afición que el año pasado acudió en masa al Quijote Arena, una gente que "ya se ha enganchado", y a la que le aseguraba que si vuelven al pabellón esta temporada verán un equipo "reconocible, que luche, que pelee, que sea honesto y humilde".
Este sábado, el BM Caserío se vuelve a subir al escenario. Comienza la función.
Arbitran las hermanas Del Valle Encuentra.