Con una puntualidad británica, a las 17.30 horas de la tarde comenzaban a salir de la Parroquia de Santa María del Prado (La Merced), los primeros hermanos de la Hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas y Santa María del Perdón y lo hicieron bajo un cielo despejado que aparcaba la probabilidad de que la lluvia hiciera acto de presencia y ‘aguara’ el trabajo, el esfuerzo, las ganas y la ilusión que hay detrás de tan esperado momento.
La procesión de La Coronación, como es conocida popularmente por los ciudadrealeños, salió a la calle para cumplir con su estación de penitencia y contó con el cariño, el apoyo y la admiración de muchos fieles que quisieron acompañar a los 355 hermanos con los que cuenta esta Cofradía que tiene como hermano mayor a Santiago García Ortega, quien confesó haber estado «todo el día rezando para poder salir» en la jornada ayer, Domingo de Ramos.
La salida del templo fue uno de los momentos más emotivos y más bellos, pero también es de los de más complicados y meritorios, al igual que el regreso tras haber realizado alrededor de cinco horas de desfile procesional.
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