Ni se cotizaba que hoy Emiliano García-Page iba a manifestar su opinión sobre los últimos cambios de la Ley de Amnistía. Es algo que se esperaba de la intervención del presidente de Castilla-La Mancha de cierre al acto institucional del Día de la Mujer. Parece que incluso se lo veía venir la presidenta de la Fundación Mujeres, la reconocida socialista Elena Valenciano, que antes de que hablara Page dijo públicamente: "A muchos nos gustaría ser castellanomanchegos cuando escuchamos a Emiliano. Nos gustan los líderes coherentes, que van de frente y dicen la verdad. Gracias Emiliano".
El presidente de Castilla-La Mancha hiló en su intervención la celebración del 8-M con la desigualdad que buscan los independentistas. "El egoísmo es lo que se esconde detrás del independentismo", expuso, "si algo no toleramos la sociedad española es que se nos tome por tontos ni por tontas".
Page se ha desmarcado de cierto clima de satisfacción que han manifestado algunos dirigentes socialistas en Madrid. "Se me hace enormemente difícil sentirme orgulloso de un chantaje", declaró.
El presidente de la Junta fue claro y dijo que la ley de Amnistía le parece "una mala ley" y más "cuando se parte de la premisa tan falsa como que el delincuente exige que el propio país y la Constitución se reconozcan a sí mismos como un problema". Calificó como "fracaso" que se llegue a considerar que "España tenga un ordenamiento opresor".
Ahora bien, advirtió a los dirigentes independentistas que "se van a terminar equivocando". "Tengo para mí que además, por mucho que se diga, por mucho que den saltos de alegría, los procesamientos van a seguir", auguró. Cree que es algo que acabará ocurriendo: "Se verá, espero no tardando mucho".