La Asociación Española de Amigos de los Castillos ha puesto sus ojos en la Puerta de Toledo de Ciudad Real a la que se dedicará una jornada divulgativa organizada por la Fundación Caja Madrid, con varias conferencias y una visita al monumento a finales de este mes, el 27 de octubre, aunque las más de cuatro horas que se han calculado para el programa son el resultado de más de tres años de trabajo, según comentó a La Tribuna el presidente de la junta provincial de esta asociación, Jorge Sánchez Lillo.

Bajo la denominación de Amigos de los Castillos se encuentra una veterana entidad de ámbito nacional, dedicada al estudio y la difusión de las fortalezas que existen en España, tanto en lo que se refiere a sus aspectos históricos, como constructivos o su tipología militar.

El interés de esta asociación se dirige también a las ciudades amuralladas, tanto en lo que se refiere a las que conservan sus recintos originales, como aquellas que sólo conservan sus puertas o parte de ellas independientemente de su función monumental. En este sentido, Sánchez Lillo recuerda que la Puerta de Toledo de Ciudad Real es todo un símbolo para sus habitantes, «la gente es muy consciente de su relevancia. De hecho es el monumento más conocido de la ciudad, incluso por delante de los edificios religiosos», apuntó.

Ahora, lo que se busca es profundizar en ese conocimiento y que el mayor número posible de ciudadanos tengan ocasión de entender el significado original de esta puerta, sus elementos y las funciones que cumplían, como un añadido a ese valor sentimental que ya ostenta. De hecho, uno de los objetivos que se plantea para esta jornada es dar a conocer una reconstrucción virtual de cómo fue la Puerta de Toledo en el siglo XIV elaborada a partir de los datos obtenidos en las excavaciones.

acuerdo de 2009. La decisión de organizar esta jornada se remonta al mismo momento en que el Ayuntamiento de Ciudad Real y la Obra Social de Caja Madrid firmaron en 2009 el convenio para la restauración del histórico bastión de acceso a la antigua Villa Real. En este sentido, Sánchez Lillo recuerda: «Tuve la suerte de ser uno de los primeros en saber que se iba a restaurar la puerta», un año antes de que se formalizase el acuerdo. «Coincidí en un congreso de la asociación en Murcia con el entonces director de la Obra Social, que al enterarse de que yo era de Ciudad Real me adelantó la noticia». (Más información en la edición impresa9