El obispo Melgar vuelve a alentar en búsqueda de vocaciones

R. Ch.
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Este pasado fin de semana habló del tema en la carta dominical desde la que se dirige a los fieles ciudadrealeños con el título 'Jesús elige a sus primeros discípulos'

El obispo Melgar vuelve a alentar en búsqueda de vocaciones - Foto: Rueda Villaverde

«Hemos de rezar y hemos de animar a jóvenes y menos jóvenes a que estén dispuestos a entregar su vida al servicio de la salvación de los hombres, desde las familias, desde los sacerdotes y desde las comunidades». Con esa frase, el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, vuelve a referirse a la falta de vocaciones en la diócesis de Ciudad Real, donde ya avisó «que en unos años nos quedaremos sin alumnos en el Seminario» en un territorio que «cada vez cuenta con menos número de sacerdotes para atender las parroquias y todas sus actividades pastorales». 

La última referencia del obispo a esta situación se produjo este pasado fin de semana, en su carta dominical desde la que se dirige a los fieles ciudadrealeños con el título 'Jesús elige a sus primeros discípulos'. Allí, indica que «como Cristo llamó a los discípulos, hemos de invitar abiertamente nosotros a otros jóvenes de hoy con corazón generoso, para que entreguen su vida al servicio de la misión que Cristo nos ha dejado a la Iglesia». En esa línea, Melgar lanza un mensaje a los jóvenes:«Queridos jóvenes, pensad: y Dios ¿no me puede estar llamando para ser su apóstol hoy, para ser sacerdote y entregar mi vida por el Señor y los demás? Pensadlo y responded con generosidad, que merece la pena, porque el Señor nos dará el ciento por uno de lo que dejamos y, después, la vida eterna».

«Cristo sigue llamando a su servicio a jóvenes y menos jóvenes dispuestos a entregar su vida al servicio de la misión que Él dio a sus discípulos, la de ofrecer la salvación a los hombres y mujeres de nuestro mundo y de nuestro tiempo», indica Melgar, que apunta también que «Jesús vuelve a decirnos a nosotros, los cristianos: 'La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies'. (Mt 9,37-38)».

«Esta misión de la primitiva Iglesia de los apóstoles sigue siendo necesario cumplirla hoy. Para ello, el Señor sigue llamando hoy también a personas normales para que sigan anunciándolo a él y su mensaje a los hombres del mundo entero», afirma Algora en su última carta dominical del pasado fin de semana.

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