Cien años de consagración a la Virgen del Prado

J.M.Beldad
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El empeño del obispo Narciso Estenaga respecto a la procesión popular de la Virgen suscitó polémica

Cien años de consagración a la Virgen del Prado - Foto: Herrera Piña

Desde el balcón principal del Ayuntamiento, el obispo Narciso Estenaga pronunció una alocución que «encendió los corazones de los presentes», quienes respondieron con vítores a su patrona. Así lo dicen las crónicas del Archivo del Obispado. Hace cien años, el obispo prior de la Diócesis, Narciso Estenaga, consagró Ciudad Real a la Virgen del Prado.

Además, en 2024 se cumplen cien años desde el estreno del himno dedicado a la Virgen del Prado y de la primera vez que su imagen abandonó su procesión claustral para adentrarse en las calles del centro de Ciudad Real. Este año, por tanto, está repleto de conmemoraciones y efemérides en el seno de la recién unificada corporación de la Virgen del Prado. Asimismo, coincide con el inicio de la nueva y unificada Real e Ilustre Hermandad y Corte de Honor de Nuestra Señora la Virgen del Prado Coronada de Ciudad Real, resultado de la fusión entre la Ilustre Hermandad y la Corte de Honor. 

El 15 de agosto de 1924 es una fecha especialmente recordada y refrendada en los anales de la historia de la religiosidad popular y de la devoción a la Patrona. En ese día, la Virgen del Prado dejó su tradicional recorrido claustral para procesionar por el corazón de la ciudad, transformando así la manera en que los vecinos de Ciudad Real vivían su fe y devoción. Este cambio fue impulsado principalmente por el «obispo mártir» Narciso Estenaga y Echevarría, quien, atendiendo la solicitud de un grupo de hermanos, decidió darle un carácter más popular a la procesión.

Portada de ‘El Pueblo Manchego’ el 16 de agosto de 1924Portada de ‘El Pueblo Manchego’ el 16 de agosto de 1924 - Foto: LT

Recorrido y fervor hace cien años

La Virgen partió de la Catedral y recorrió calles emblemáticas como calle Azucena, la plaza del Carmen, calle Estación Vía Crucis, calle Toledo y la actual plaza de la Constitución, hasta llegar a la Plaza Mayor. En esta última, según el Boletín Oficial del Obispado, se congregaron unas 14.000 personas, una cifra impresionante para la época, ya que la ciudad contaba entonces con unos 20.000 habitantes. Esto refleja la profunda devoción del pueblo a su patrona.

Uno de los momentos más significativos de esta primera procesión fue la consagración de Ciudad Real a la Virgen del Prado. Esta consagración reafirmó la fe del pueblo y estableció un vínculo especial entre la ciudad y la Virgen que perdura hasta nuestros días, y que tuvo su punto álgido el domingo 28 de mayo de 1967, día en el que tuvo lugar en la Plaza Mayor de Ciudad Real la Coronación Pontificia de la imagen de la Virgen del Prado, con el acto litúrgico celebrado por el obispo Juan Hervás, obispo Prior de las Órdenes Militares, en el cual se dio lectura a la Bula Pontificia del papa Pablo VI en la que otorgaba la Coronación a la patrona de Ciudad Real.

Cien años de consagración a la Virgen del PradoCien años de consagración a la Virgen del Prado - Foto: Herrera Piña

El impacto de aquel 15 de agosto de 1924 fue profundo y perdurable en la ciudad. Las crónicas de la época resaltan la unidad del pueblo, que, «sin distinción de clases», salió en masa a las calles para acompañar a su patrona. El Boletín Oficial del Obispado destaca cómo la procesión, a pesar de ser una novedad, se llevó a cabo con un entusiasmo desbordante, con las calles llenas de gente y la Virgen recibiendo los vítores y plegarias de los fieles.

Cuando la Virgen llegó a la Plaza Mayor, el himno nacional resonó mientras se inauguraba el alumbrado eléctrico del Ayuntamiento, marcando ese día como un evento inolvidable en la memoria colectiva de Ciudad Real. Este fervor, transmitido de generación en generación, ha mantenido viva la tradición de la procesión de la Virgen del Prado por el centro, que sigue siendo uno de los eventos más esperados y concurridos del año.

Una decisión muy polémica

Cien años de consagración a la Virgen del PradoCien años de consagración a la Virgen del Prado - Foto: Herrera Piña

La procesión de la Virgen del Prado del 15 de agosto abandonó el tradicional recorrido por los Jardines para ir al centro de la ciudad por empeño del obispo Estenaga, que quería que «adquiriese más popularidad», según Francisco del Campo Real en la obra Mártires de Ciudad Real: El obispo Narciso Estenaga.

El propio Estenaga es el encargado de hacer llegar un oficio al presidente o hermano mayor fechado a primeros de agosto de 1924. Cuenta Del Campo que este oficio del obispo, en principio, «no fue del agrado de todos los asistentes a la Junta general, y se abrió un largo debate». Finalmente, la Virgen del Prado saldría de los Jardines para llegar al centro de Ciudad Real con el contento del Cabildo Prioral, Hermandad, Ayuntamiento y convencinos ciudadrealeños.

Riesgo grave

Cien años de consagración a la Virgen del PradoCien años de consagración a la Virgen del Prado - Foto: Herrera Piña

Sin embargo, señala Del Campo que con este nuevo recorrido surgían dos nuevos problemas: el mal estado de la imagen de la Virgen del Prado y el estado de la pavimentación de las calles de la ciudad. Esto suponía un «riesgo grave y sensible» de que la imagen tuviera algún percance. Esto hizo que cundieran rumores por la ciudad de que la procesión volvería al recorrido habitual. En consecuencia, la prensa se movilizó.

Tanto es así, que la revista Vida Manchega publicó un artículo el 25 de agosto de 1927 titulado Problemas para el porvenir. La procesión de la Virgen del Prado. Uno de sus redactores se entrevistó con el alcalde Antonio Prado para que aclarara los rumores que hablaban de la «imposibilidad» de que la Virgen procesionase el 15 de agosto.

En esta entrevista, el alcalde Prado revela un oficio que Narciso Estenaga le había hecho llegar a título personal. En él, el obispo manifestaba que el Cabildo se encontraba «sumamente preocupado» por el estado de las calles, e instaban al consistorio a tomar las medidas oportunas: «[...] si no se ponen las calles del recorrido en las debidas condiciones de pavimentación, no podrá accederse a nueva salida, dado que el estado actual de la venerada Imagen por su vetustez y deterior, no consiente se la lleve por calles tan mal pavimentadas, sin grave riesgo sensible percance, que además sería irreparable», documenta Del Campo.

Cien años de consagración a la Virgen del PradoCien años de consagración a la Virgen del Prado - Foto: Herrera Piña

El obispo urgía «a poner remedio» y llamaba al «amor y devoción» del Ayuntamiento a la Virgen del Prado. Estenaga siguió con su intención de abrir la procesión a todo el pueblo ciudadrealeño y el 28 de abril de 1929 aprobó la «ilimitación» del número de cofrades «interpretando el deseo unánime del vecindario y el amor a nuestra Patrona» y, también que «mientras se celebra el culto esté descubierta la imagen de la Virgen y cuando esté cerrada la iglesia, pueda ponerse directamente por el camarín para visitarla».

Coronada 40 años después

El 12 de diciembre de 1927, cuenta Francisco del Campo Real en su libro Mártires de Ciudad Real: El obispo Narciso Estenaga, que recibe el obispo prior una «noble petición» de los manchegos. Un grupo de diputados provinciales, visitaron a Estenaga para hacerle entregada del «interesante e inspirado documento» razonando la petición de iniciar los trámites ante la Santa Sede para la Coronación Canónica de la Virgen del Prado:«Nuestra Excelsa Patrona se lo merece todo y el fervor que por Ella sentimos los manchegos se demostrará una vez más [...]». 

En 1929 se nombró una comisión para iniciar los trámites, pero los «tiempos desfavorables» obligaron a desistir hasta que en 1967 fuera coronada canónicamente con Juan Hervás como obispo prior de la Diócesis.