En una pequeña y luminosa estancia de la segunda planta del Ayuntamiento de Tomelloso, Ignacio Muñoz observa con detenimiento el libro de fotografías de José Carlos Ortiz. Se trata de uno de los documentos que forman parte del archivo municipal y que, desde hace unos días, se ha convertido en pieza clave para desempeñar su trabajo: la digitalización.  

Se trata de su primera oportunidad laboral que llegó en diciembre gracias al convenio del Ayuntamiento con la Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad (AFAS) y Laborvalía para llevar a cabo el proyecto Tándem II Soluciones Digitales Sostenibles, del que también forman parte la Fundación A La Par.   

Junto a él, otros siete jóvenes con alguna discapacidad intelectual y enfermedad mental trabajarán durante un año en la digitalización de más de 7.000 fotografías, 300 cintas de vídeo VHS y otros muchos documentos, como programas de festejos que datan de 1950, tras un periodo de formación. Una tarea «fácil», reconoce Ignacio Muñoz.

Digitalización sin barreras - Foto: Rueda VillaverdeEn declaraciones a La Tribuna muestra su satisfacción por lograr a su 25 años su primer empleo en «condiciones» y en el que «se trabaja en equipo». «Me he formado con muchos cursos pero he tenido empleos muy escasos, este es el segundo. La experiencia está siendo muy positiva. Me encanta», comenta con agrado. En la planta de abajo se encuentra el despacho del alcalde de la localidad, Javier Navarro, y eso para Ignacio supone «un gran orgullo». «Le vi por primera vez en una reunión y tiene las mil maneras para ser alcalde. Es muy simpático», comenta entre las risas de sus compañeros. 

A pesar de su discapacidad intelectual, Ignacio habla con desparpajo y se desenvuelve con destreza en su nuevo empleo a pesar de llevar tan solo unos meses. Ahora, su tarea se centra en catalogar las fotografías y «medimos la altura y la anchura, lo escribimos en un libro y luego se pasa al programa Excel». Un proceso «muy completo pero que se tarda menos de cinco minutos», explica. 

Muy cerca de él, se sienta Eva Peláez. Tiene 27 años y su afán por encontrar un empleo estable le llevó a presentarse a las oposiciones de Administración Pública. Aprobó pero sin plaza, lamenta al tiempo que señala que «hubo que estudiar mucho». Ahora, gracias a ese convenio, llega su primer empleo, que le está gustando «bastante»,  y que desempeñará durante un año, ya que el contrato finalizará el próximo mes de diciembre.  

Digitalización sin barreras - Foto: Rueda VillaverdeDiferentes ejemplos de que ellos, las personas con discapacidad, son también capaces de desempeñar un trabajo. «Cuando se nos planteó el proyecto no pudimos decir que no», manifiesta Eloísa Perales, teniente alcalde y concejal de Archivo y Servicios Generales, entre otras áreas. A partir de ahí, se buscó un emplazamiento que no fuera el archivo, ya que «sus dimensiones, en el subsuelo del Ayuntamiento, hacía imposible reunir a tanta gente». Asegura que los ocho jóvenes están realizando una  «importante» labor al tratarse de imágenes «únicas» y que requieren un tratamiento «muy especial». 

El programa Tándem II, financiado con fondos europeos y gestionado por Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), se está desarrollando también en otras tres  ciudades de la provincia, Ciudad Real, Puertollano y Valdepeñas. Así lo comenta el gerente de AFAS, Bernabé Blanco, quien señala además que esta nueva etapa «afectará a sus vidas en el futuro». «Es una experiencia laboral que de otra forma no iban a tener. Trabajan con un salario. Es una oportunidad de trabajo real», apunta Raimundo Alcaide, presidente de Laborvalía, para señalar después que la «idea es formar a estas personas para encontrar un empleo y mejorar la calidad de las personas con discapacidad a través de la generación de oportunidades de formación y empleo». Y, de momento, ya se ha logrado.