A la espera de conocer la letra pequeña del acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha prefiere ver el vaso medio lleno y afirma que esta alianza comercial se presenta como una «oportunidad» para productos clave del sector agroalimentario de la región, como el vino, el aceite de oliva y el queso. Así lo subraya su director general, Juan Miguel del Real, que aboga por eliminar barreras para contrarrestar las crecientes restricciones de mercados tan potentes como el ruso y el chino, y las amenazas arancelarias que se atisban en Estados Unidos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Del Real insiste en que este acuerdo, que debe ser ratificado por los diferentes estados (Francia se postula como principal opositora), facilita el acceso a un mercado de más de 700 millones de habitantes, donde el idioma, además, no representa ninguna barrera para establecer contactos comerciales, ya que Mercosur, a excepción de Brasil, está integrado por países hispanohablantes. «Hay que conocer el texto definitivo, pero los aranceles, de un 30% por ejemplo para el vino en la actualidad, se van a eliminar o reducir sustancialmente», apostilla. Otro de los beneficiados podría ser el sector ganadero, con precios más competitivos para el pienso y otros productos.
En Cooperativas son conscientes de que este acuerdo abre retos significativos para otros sectores como el vacuno, el azúcar o el etanol, que podrían verse afectados por la competencia exterior, y que no beneficia por igual a todas las comunidades autónomas. Abogan, en este sentido, por evaluar con tiempo los efectos reales del acuerdo.
Entre cerrar barreras y abrir mercados se queda con la segunda opción, y recuerda, en este sentido, las dudas que también suscitó en su día el acuerdo suscrito con Canadá: «Fue un tratado muy criticado, pero la realidad es que se abrió un mercado muy interesante». Igual ocurrió con Japón. Dicho lo cual, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha coincide con las asociaciones profesionales agrarias en que la reciprocidad entre socios, el establecimiento de cláusulas espejo, es «una cuestión nuclear». «Las exigencias medioambientales, sanitarias y de calidad tienen que ser las mismas para cualquier producto que entre o que salga, porque la Unión Europea es muy garantista y sufriría una desventaja competitiva».
El Mercado Común del Sur (Mercosur) es un proceso de integración regional instituido inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y al que, en fases posteriores, se incorporaron Venezuela, que está suspendida de forma indefinida, y Bolivia, que está en proceso de adhesión. Su objetivo es propiciar un espacio común que generara oportunidades comerciales y de inversiones a través de la integración competitiva de las economías nacionales al mercado internacional.