El Viña Albali Valdepeñas despachaba por la vía rápida al colista Alzira (5-0) para sumar su séptima victoria en las últimas ocho jornadas, habiendo cedido solo un empate (22 de 24 puntos posibles). Precisamente, este triunfo hacía buenas las tablas en Noia cosechadas la pasada jornada, consolidando a los manchegos en zona de play off. Los tantos de Alberto García, Fernando, Eric Martel, Solano y Pol Pacheco hacían justicia en el Virgen de la Cabeza, donde los locales solo tuvieron que ser constantes para acabar sumando los tres puntos de un modo relativamente cómodo.
Pese a esa contundencia en el marcador, David Ramos destacaba que el partido había resultado "de pico y pala", ante un Alzira que, al margen de su posoción en la clasificiación, "es un rival con buenos jugadores, talento, pegada y mucho orden". Pero el Viña Albali supo "ser constante, hasta inclinar la balanza de nuestro lado".
Haciendo un balance de los últimos partidos, en los que el conjunto azulón ha experiementado una reacción indudable, David Ramos reconocía que "la implicación del equipo no tiene nada que ver con algunos momentos que vimos en la primera vuelta; se ha dado un paso al frente". En este sentido, el técnico madrileño ponía como ejemplo los pocos goles que está encajando el Viña Albali en esta segunda parte de la temporada. "Ahora somos un equipo muy complicado para nuestros rivales, sobre todo jugando en casa. Hemos sabido cambiar, porque era una cuestión de principios, hábitos y personalidad".
En cuanlquier caso, el preparador del Viña Albali Valdepeñas recordaba que "aún nos queda mucho por hacer, no se pueden bajar los brazos", recordando el duro compromiso que les aguarada este martes (20 horas) en la pista de ElPozo, segundo clasificado.