Gondoleros en peligro de extinción

EFE
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El Ayuntamiento de Venecia abre nuevos cursos para garantizar el relevo generacional de este noble oficio y mantener viva una tradición milenaria que se ha convertido en la seña de identidad de la Ciudad de los Canales

Gondoleros en peligro de extinción

Venecia y las góndolas, las góndolas y Venecia. Un tándem inseparable, una pareja imposible de disociar. Esta actividad en una de las ciudades más singulares y bonitas del planeta se remonta al año 1.094, donde estos llamativos medios de transporte no han dejado de evolucionar y de sufrir transformaciones hasta la actualidad. Sin embargo, hoy en día se enfrentan a una complicada tesitura: hay una carencia de profesionales que se animen a continuar con esta antigua tradición.

La ciudad italiana necesita nuevos gondoleros y por ello ha abierto el nuevo curso de teoría y práctica indispensable para quienes quieran iniciarse en la profesión. El Ayuntamiento ha publicado el bando para participar en el Arte del gondolero, un trámite que cuesta unos 1.000 euros y con el que se pretende, sobre todo, dar «un relevo generacional a este clásico oficio». Una vez superada una prueba preliminar de aptitud para el remo realizada en la proa de una góndola, los aspirantes recibirán lecciones teóricas y prácticas durante un total de 40 horas. Después, cuando obtengan la titulación, podrán solicitar la licencia y sumarse a los 433 profesionales actualmente autorizados en Venecia. 

Para apuntarse se debe ser mayor de edad; haber completado la educación obligatoria; estar en posesión de los requisitos de idoneidad moral; tener un certificado de calificación de natación y poseer un título de constitución sana y robusta. A continuación, los candidatos deberán presentar a la administración municipal un informe del médico del trabajo obtenido tras pruebas toxicológicas. Todo ello tiene un coste que corre íntegramente a cargo de los participantes: 216 euros a abonar al Ayuntamiento, otros 50 a la Asociación de Gondoleros de Venecia y 800 más por el curso.

Durante las 40 horas de instrucción se aprenderá a usar el remo, pero también se estudiará el código de navegación, inglés y la historia de Venecia. Recientemente, el Consistorio ha revisado al alza las tarifas de los paseos en góndola, que oscilan entre los 90 y 110 euros. Los ingresos de los conductores dependen de muchas variables, empezando por los viajes que realiza en un año, las horas o si forma parte de agencias o trabaja como autónomo, pero las cifras pueden llegar a superar los 3.000 euros al mes. 

La profesión forma parte integral de la historia de Venecia desde 1094. Estos barcos de 11 metros fueron utilizados inicialmente por las clases bajas, pero más tarde se convirtieron en el medio de transporte preferido para los aristócratas, especialmente después de que en el siglo XV se prohibieron los caballos en las estrechas calles de la ciudad. En el año 1.500, había alrededor de 10.000 góndolas en la urbe, mientras que hoy en día sólo quedan 433 gondoleros activos. Antiguamente, el oficio era exclusivamente masculino y las licencias se transmitían de padres a hijos, sin embargo, hoy la profesión está abierta a todos los ciudadanos de la Unión Europea. Desde 2009, cuando Giorgia Boscolo se convirtió en la primera mujer gondolera, otras 14 han seguido sus pasos.