El Ateneo de Almagro ha realizado con éxito de organización y asistencia un acto institucional en agradecimiento y reconocimiento a la labor de mecenazgo llevada a cabo por el ingeniero danés Ole Jantzen en la institución cultural almagreña.
Tras recibir al público, que se congregó y desbordó el aforo máximo del Palacio de los Medrano, el presidente del Ateneo tuvo emotivas palabras de bienvenida y agradecimiento para todos los asistentes que quisieron acompañar a Ole Jantzen en un momento tan especial para el mecenas danés. Seguidamente, y en turno de palabra, el alcalde almagreño valoró el gran aporte realizado a favor de la institución ateneísta en particular y, del mismo modo, en beneficio del pueblo de Almagro en general por el protagonista del evento en cuestión.
Por su parte, Ole Jantzen se refirió en primer lugar a su vinculación e implicación desde años atrás con el Ateneo de Almagro y, al respecto, rememoró la presencia en las innumerables actividades de la institución siempre con su mujer Quima García, a cuya memoria quiso dedicar el emotivo momento de reconocimiento. Del mismo modo, y en tanto que entusiasta melómano, el protagonista del acto institucional ha contribuido decididamente en todas las actividades realizadas desde la Sección de Música y Danza del Ateneo de Almagro culminando su decidido apoyo con la posibilidad de utilización del piano de media cola que se presentó en el acto impulsado por la institución cultural almagreña.
El Ateneo de Almagro homenajea a Ole Jantzen - Foto: LTFinalmente, Alfonso Candelas en su condición de Coordinador de la Sección de Música y Danza, y profesor superior de piano, dio cuenta de las características técnicas del piano adquirido que, en concreto, es un Schimmel 174 en color negro pulido. Se caracteriza por tener un sonido equilibrado en todo su registro, con una brillantez perlada en los agudos y una gran profundidad en sus graves, perfecto para todo tipo de repertorio.
El repertorio escogido por Alfonso Candelas abarcó todo el espectro estilístico para demostrar las cualidades sonoras y versatilidad del instrumento. Empezó con la Sonata K. 159 en Do M de Domenico Scarlatti conocida como "La Caza. Continuó con la Tocatta en Mi m BWV 959 de J. S. Bach obra escrita para los instrumentos de tecla que Bach conoció antes del piano, el órgano, el clavicordio y el clavecín. Posteriormente introdujo al respetable en el mundo de Beethoven con una de sus últimas sonatas, la Op. 110 nº 31 en La b M, obra definida por el grandísimo pianista Claudio Arrau como "Pasión y Piedad". El recorrido musical siguió con el Soneto 47 de Petrarca del compositor húngaro Franz Liszt perteneciente a la colección II Año de Peregrinaje: Italia, para terminar con las bellas sonoridades de Granada perteneciente a las Suite Española del compositor de Camprodón, Isaac Albéniz.