Si a primeros de diciembre alguien hubiera pensado que los embalses de la provincia de Ciudad Real estarían a finales de enero en posición de salir de la emergencia, pocos le creerían. Efraín, la borrasca que pasó por la Península Ibérica a mediados de diciembre, tiene la culpa de que se haya producido un cambio de tendencia. El agua que regó la provincia ha seguido entrando en los embalses, donde la climatología, fría y húmeda, ha ayudado a que, por ejemplo, en la última semana Torre de Abraham haya sumado dos hectómetros. El parte de embalses de la Confederación Hidrográfica del Guadiana muestra esta situación de mejoría con un Gasset en el que hay 15,8 hectómetros cúbicos y un pantano de la Torre de Abraham con 39,4. La suma de ambos da 55,2 hectómetros cúbicos, cuando la semana pasada era de 53,1. El 5 de diciembre, justo antes de las lluvias, ambos embalses tenían almacenados 19,1 hectómetros cúbicos, casi un tercio de lo que tienen ahora.

Esos 55 hectómetros son clave porque implica que la Unidad Técnica de Explotación (UTE) Gasset- Torre de Abraham, como se denomina a la gestión de ambos pantanos para el consumo, supera los 54 hectómetros cúbicos, el límite en el que se sitúa el estado de emergencia por sequía. Con más agua embalsada, como ahora mismo, la situación es de alerta; con menos, de emergencia, el estado en el que lleva desde septiembre de 2019. Lo que falta ahora es tiempo, mantener durante dos meses esos niveles de agua embalsada y entonces, la UTE pasará a alerta por sequía.

Uso responsable. La diferencia entre la emergencia y la sequía para los habitantes de Ciudad Real se encuentra en «la obligatoriedad de cumplir con un 15 por ciento de ahorro en el consumo de agua» sobre la concesión que da la Confederación a la Mancomunidad del Gasset, recordó el presidente de la mancomunidad, Casimiro Pastor, quien dijo que ahora se trata de «mantener» esta situación los próximos meses. Para Pastor, la clave está en mantener el consumo responsable, como un hábito «a incorporar a nuestra forma de vivir» porque es un recurso que «no es ilimitado» y es necesario mantener los niveles el mayor tiempo posible.

La emergencia por sequía en la capital pasa a fase de alerta - Foto: Rueda VillaverdeCon todo, si se superan esos dos meses y se mantiene el agua embalsada, la situación sería de alerta, recuerda Pastor, a dos niveles de la normalidad, con apenas un 21,5 por ciento del máximo de agua en Torre de Abraham y el Gasset al 40 por ciento. «No supone una alegría desmesurada, pero es un alivio», señaló Pastor, recordando la importancia de cuidar los recursos, en estos momentos, en que los embalses se están recargando.

En la situación actual, los 15 hectómetros cúbicos del Gasset implican que Ciudad Real tiene agua para 18 meses si no lloviera más y si hay «un uso responsable».