Se podría pensar que pasada la barrera de los 50 años ya se tiene la vida resuelta, un trabajo estable y la formación necesaria para que, en el caso de quedarte sin empleo, no haya mucha complicación en conseguir otro. Sin embargo, la realidad es otra cosa bien distinta. Según los últimos datos del Observatorio del Mercado de Trabajo de Castilla-La Mancha, correspondientes al mes de noviembre, casi la mitad de los parados de la provincia de Ciudad Real ha superado el medio siglo de vida, el 45,7% en concreto: 15.800 de 34.500. Y dos terceras partes son mujeres.
La Fundación Adecco, organización de ayuda para acceder al mercado laboral, publicó este año un estudio que revela que del total de personas mayores de 50 años que buscan trabajo, un 56% lleva haciéndolo más de un año sin éxito. Un porcentaje que se reduce al 38% para el resto de la población. En su análisis subrayan que, pese a que cada vez se desarrollan más políticas de talento sénior, «siguen persistiendo prejuicios que son difíciles de combatir, y que relegan a las personas mayores de 50 años al desempleo de larga duración». Apuntan, por ejemplo, a la obsolescencia de habilidades, el analfabetismo digital y a unas mayores exigencias salariales. «En muchas ocasiones, los empleadores se muestran reacios a invertir en la formación de una persona veterana, a la que perciben cercana a la jubilación», apostillan.
Recién cumplidos los 50, Luis Daniel Rodríguez, residente en Poblete, decidió dar un giro de 180 grados a su situación profesional. Hace unos meses vendió su parte en un negocio de hostelería en Navas de Estena, en la zona de Cabañeros, y comenzó a formarse en montaje y mantenimiento de ascensores e instalaciones eléctricas de baja tensión, sectores en los que busca volver a abrir la puerta del mercado laboral, cerca de casa. Los más de 100 kilómetros que separan su hogar y su antiguo centro de trabajo «ya comenzaban a pesar». Era autónomo y no tiene desempleo, pero cuenta con «un pequeño colchón» económico tras la venta de su participación en la empresa para invertir en formación.
Hace aproximadamente un mes y medio, tras finalizar sendos cursos formativos en el colegio Hermano Gárate de la capital, dio el pistoletazo de salida a la búsqueda activa de empleo con el envío de currículos a varias empresas de la zona, pero todavía no le han llamado para ninguna entrevista de trabajo. «Me dicen que a principios de año se mueve un poco más el mercado, que ahora es difícil. Soy optimista, aunque también consciente de que va a ser más complicado que para un joven que esté igualmente formado», afirma Luis Daniel, que pide a las empresas un voto de confianza en la experiencia de la gente más mayor.
El Observatorio del Mercado de Trabajo de Castilla-La Mancha también reveló que cerca del 30% de los desempleados de la provincia lleva más de dos años buscando un trabajo sin éxito. Es el caso del ciudadrealeño Enrique Julián Alba, que perdió su empleo en un laboratorio de control de calidad de materiales de construcción en 2010, debido a la explosión de la burbuja inmobiliaria, y en los últimos ocho años apenas ha podido trabajar unos meses en una bolsa de empleo del Ayuntamiento de Ciudad Real.
«Hice un curso de la Junta de comercio internacional y he enviado muchos currículos, pero nunca me han llamado para una entrevista», confiesa para remarcar, a renglón seguido, que «a partir de los 50 las cosas se complican mucho» para volver a entrar en el mercado laboral, aunque «hay gente que sale a flote». Tras haber extinguido su prestación contributiva o subsidio por desempleo, cobró la Renta Activa de Inserción para mayores de 45 años y ahora confía en que lo vuelvan a llamar de la bolsa municipal o entrar en el próximo plan de empleo.