Las fiestas en honor a Santa María Madre de la Iglesia volverán a centrarse, un año más, en los actos de carácter religioso. Del 12 al 14 de agosto se celebrará el triduo, mientras que el día de la onomástica tendrá lugar la misa mayor, en horario matinal, y la procesión vespertina de la titular por el itinerario de costumbre. Durante estos días, también se venderán los dulces elaborados por un grupo de voluntarias, principalmente vecinas del barrio del Parterre, lo que permitirá recaudar fondos para el mantenimiento anual de la iglesia.
María José Díaz-Cano Sánchez-Valdepeñas es una de esas vecinas que colabora habitualmente y que se pone con las manos en la masa para preparar la cochura. "Estamos preparando nuégados, rosquillos, flores y también, para variar, elaboraremos brazos de gitano de galletas, nata y turrón, además de alguna tarrina de tiramisú, que también nos piden", indicó a la emisora municipal Radio Horizonte.
Entre diez y doce personas componen la cuadrilla multifuncional. Habitualmente, se encargan de limpiar y acondicionar la iglesia, entre otras labores. A diferencia de otros colectivos organizados, colaboran de forma personal, ya que no existe hermandad o cofradía que les guíe. En todo caso, siempre piden opinión y consejo del párroco. "No somos junta directiva y todo lo que hacemos es bajo su consentimiento", apostilló María José.
Su casa es ahora el obrador improvisado para la confección de los dulces. Todos trabajan en cadena. "Llevamos varios años haciendo lo mismo y ya sabemos lo que tenemos que hacer. Unos hacen la masa, otro amasa, otro estira, otro fríe…y vamos rotando". Vecinos, empresas y gente anónima contribuye previamente en la donación de ingredientes (aceite, huevos, harina, miel…). "Le damos las gracias a toda la gente que colabora con nosotros", recalcó. La cochura comenzará a venderse desde este mismo domingo y también durante los días del triduo.