Merche Castellanos (21-7-1988. Ciudad Real) afronta esta semana en San Sebastián la fase final de preparación para los que serían sus segundos Juegos Olímpicos, tras participar hace tres años en Tokio. La portera está en el grupo de 18 jugadoras elegidas, de las que debe salir un último descarte antes de viajar a París. Este fin de semana disfrutó de unos días de descanso en su localidad natal.
¿Cómo afronta esta fase final de preparación de los que serían sus segundos Juegos Olímpicos?
Con mucha ilusión, ya que serán unos Juegos muy especiales. Por cercanía se podrán desplazar los familiares y habrá público, algo que no pudo ser en Tokio.
Evidentemente, esos Juegos de Tokio estuvieron muy condicionados por la pandemia...
Fueron unos Juegos diferentes. Es verdad que convivimos con los mejores deportistas del mundo de otras muchas disciplinas, pero fue todo un poco frío porque no podía haber público, ni mucho contacto con otros participantes. Quizá fueron un poco descafeinados, aunque no hay que olvidar que fueron unos Juegos.
«Entrar en la villa olímpica no se me olvidará jamás» - Foto: Rueda VillaverdeEn lo deportivo no pudieron clasificarse para los cuartos de final. Imagino que se les quedó esa espina clavada…
Sí, perdimos un partido contra Hungría que teníamos que haber ganado y ahora esperamos quitarnos esa espina en París. Son torneos en los que no hay margen de error. Estamos 12 selecciones y todos queremos ganar.
¿Qué no olvidará jamás de su experiencia en Tokio?
El momento en que entré en la villa olímpica. Llegamos de noche después de 16 horas de avión y mucho tiempo más en el aeropuerto por todo el tema de controles, burocracia y seguridad. Recuerdo entrar en la villa olímpica con el autobús y cómo eso no se me va a olvidar jamás. Era lo que siempre había soñado y ya me veía dentro. Allí coincidimos con otros deportistas de otras disciplinas y fue increíble.
Han pasado tres años desde entonces. ¿Se ve usted como una Merche Castellanos diferente?
Veo las cosas de otra manera porque de alguna manera ya sé lo que me voy a encontrar. He vivido unos Juegos Olímpicos, que es el sueño de cualquier deportista, pero en el caso de ir a París lo afronto con mucha ilusión y con muchas más ganas todavía porque quiero repetir esa experiencia.
«Entrar en la villa olímpica no se me olvidará jamás» - Foto: Rueda VillaverdeLa selección como grupo también ha cambiado bastante en este periodo…
Sí, ha habido un cambio generacional, que en algún momento tenía que darse, pero logramos clasificarnos para los Juegos Olímpicos, que al final era lo importante.
¿Cuál será el objetivo de la selección en París?
Clasificarnos para cuartos de final. A partir de ahí ya se irá viendo. La clave es no pensar más allá del siguiente partido.
¿Y en lo personal?
Lo primero es ir a París y luego estar entre las 14 seleccionadas para los partidos. Estoy peleando por ello.
¿Está al día de la situación del balonmano femenino en la provincia?
Me encanta que haya balonmano femenino en Ciudad Real. Cuando yo empecé, en el colegio Marianistas, no había equipo femenino y tuve que jugar en el colegio San Francisco Javier, que hizo un acuerdo con el Pío XII. Me encanta que ahora Marianistas tiene equipo femenino, que el Caserío ha ascendido a Plata, que en Bolaños y Pozuelo haya proyectos en Oro con interés en mejorar. Me encanta que haya muchas niñas jugando a balonmano porque cuando yo empecé casi no había. Es una alegría que esas niñas tengan la opción de poder practicar el deporte que quieran.