La salud del comercio local no mejora

M. E.
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Tiendas históricas como Gass o Pedro Cerro echan el cierre y otras sobreviven «con mucho trabajo»

Chema Ruiz coloca el cartel de liquidación en la tienda Gass. - Foto: Tomás Fernández de Moya

'Duele mucho tomar la decisión de irse, pero duele más morir poco a poco'. Esta frase acompaña al cartel de liquidación por cierre definitivo de la emblemática tienda Gass de Ciudad Real, ubicada en la calle Ciruela. Será el 1 de noviembre cuando un comercio más de la capital baje la persiana para no volver a subirla más, dejando atrás más de 35 años de historia.

Gass es otra víctima de la complicada situación en la que el pequeño comercio de Ciudad Real sobrevive día a día, peleando contra una larga lista de adversidades que pone en peligro su subsistencia. La compra online, la competencia desigual de las franquicias, el cambio en los hábitos de consumo y, por si fuera poco, una climatología de extremos que interrumpe las campañas estacionales, pasando del calor veraniego a temperaturas y lluvias primaverales en cuestión de días (como se está comprobando en la actualidad), llegan a ser demasiadas piedras en el camino. «Es duro, pero tomamos esta decisión antes de que sea peor», afirma uno de sus propietarios, Chema Ruiz, también presidente de la asociación local de comercio PymeReal, hastiado de que tiendas como la suya se hayan convertido en «escaparates y probadores de la compra online».

Otro ejemplo es el de Pedro Cerro (calle Ruiz Morote), un negocio textil que se inauguraba en 1998 y que el pasado viernes echaba el candado para siempre. Ha aguantado hasta ahora, aunque la jubilación de sus dos propietarios le ponía fecha de caducidad a esta aventura comercial, y nadie se ha interesado por tomar las riendas del negocio, ni siquiera alguno de sus empleados. «Tenemos los proveedores y una clientela más o menos fiel, pero no interesa seguir. Hay que trabajar mucho, pagar muchos impuestos, pelear contra la compra online, contra las franquicias, contra el tiempo...», enumera Pedro Cerro. 

Enemigos del pequeño comercio contra los que sigue lidiando Augusto Negrillo, con su clásica tienda en la calle General Aguilera, con más de un siglo de historia. Él apunta a un cambio de conducta de consumo del cliente, que desde hace un tiempo prioriza en sus gastos el ocio, los viajes, la gastronomía o el deporte antes de adquirir una buena prenda de vestir: «Después de tantos años estamos acostumbrados a todo, y seguimos aguantando», afirma.

Chema Ruiz, que tiene previsto incorporar Gass en su otra tienda, Corner, no es nada optimista de cara al futuro, y más cuando a esta 'tormenta perfecta' contra el comercio local se añadirá otro factor más, el del traslado de muchos trabajadores públicos del centro a la futura ciudad administrativa. Otra gota más en el vaso que amenaza a un sector con una salud muy delicada. «Somos los grandes olvidados por la administración», concluye el presidente de PymeReal, que advierte de la existencia de numerosos locales comerciales vacíos, y no muy alejados del mismo centro de la capital.