La parroquia de Santa Catalina acaba de comprar el inmueble que linda con la ermita de San Sebastián y que impedía avanzar en el plan de rehabilitación del templo, en especial la parte que afecta a su fabulosa capilla mudéjar. En una entrevista concedida a Radio Horizonte, el párroco, Benjamín Rey, ha confirmado la compra del inmueble por un total de 41.000 euros, cantidad que costeará la parroquia con recursos propios. A partir de ahora, se retoman los proyectos que permanecían anclados ante la imposibilidad de actuar en el templo, construido en el siglo XV y declarado Bien de Interés Cultural desde 1982.
La noticia es importante porque permitirá desbloquear una situación de stand by que parecía interminable. No en vano, la Hermandad de San Sebastián lleva años moviendo papeles, promoviendo proyectos y allegando recursos económicos, pero todo estaba supeditado a la compra del inmueble, pegado físicamente a la ermita. "Estábamos atascados ahí porque teníamos claro que había que empezar por salvar la capilla mudéjar", ha declarado. Evitó profundizar en la falta de apoyo económico directo del Ayuntamiento, limitándose a decir que "al fallar otras iniciativas institucionales no había otra opción que comprar la casa nosotros". Y quiso enfatizar las facilidades que ha dado el propietario: "Realmente pierde dinero porque lo compró por más de lo que lo hemos comprado, así que tenemos que agradecérselo".
Ya se han mantenido reuniones con el arquitecto para abordar la futura obra. En resumen, se abrirá un corredor entre la casa y la pared de la ermita, que irá directamente al jardín, lo que permitirá desembarazar los muros de la fachada y abrir la puerta de la propia capilla mudéjar. También se tiene decidido qué uso tendrá el edificio recién comprado. "La parte que nos quede útil será la nueva sacristía y casa de hermandad, y también se construirán unos aseos". En cualquier caso, Rey aclaró que "nos limitaremos a las reformas imprescindibles porque no hay dinero para más", sobre teniendo en cuenta que la casa requiere de una serie de reformas añadidas que encarecerán las obras.
Para sufragar todo el plan, la Hermandad de San Sebastián entra en escena. Benjamín Rey ha destacado el gran trabajo que está desplegando para recaudar fondos. "Es una hermandad muy viva, que se está moviendo muchísimo". Pero no oculta que hará falta mucho dinero para completar los objetivos: "Hará falta el dinero que recaude la hermandad, más aportaciones de distinto tipo y la colaboración de la parroquia". También reclamó el apoyo de los solaneros para hacer realidad lo que de momento sigue siendo un proyecto.
En este sentido, quiso dejar claro que nunca han estado parados, aunque a veces pueda parecer lo contrario. "Es extremadamente compleja la restauración de San Sebastián porque es una edificación rodeada por un montón de edificios, con muchos problemas estructurales y con procesos muy lentos en monumentos de esta naturaleza". De hecho, los permisos que ya estaban concedidos por Patrimonio han prescrito, de modo que habrá que solicitarlos de nuevo. Groso modo, los plazos marcados son los siguientes: "En febrero estarán presentados todos los documentos a Patrimonio, y espero que para finales de febrero o principios de marzo tendremos el proyecto del nuevo cerramiento, porque los proyectos de restauración ya estaban hechos". "Ojalá y antes del verano podamos licitar las obras".