Un trotamundos con el fútbol como pasión

Eduardo Gómez
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El tomellosero Ángel Carrascosa está viviendo la pandemia desde las Islas Maldivas, donde juega tras haber competido en otros países como Irak, Omán, Filipinas o Camboya

El futbolista de Tomelloso, con algunos de los títulos que ha logrado. - Foto: LT

Ángel Carrascosa (1-4-1990) es un claro ejemplo de trotamundos futbolístico. Hace ocho años decidió dar un giro radical a su carrera futbolística. La crisis económica seguía sacudiendo duro al fútbol español, como él pudo comprobar en sus propias carnes formando parte del Club Deportivo Puertollano, y decidió probar en el extranjero. Atrás quedaban su inicios en la Escuela de Tomelloso para pasar posteriormente por las categorías inferiores del Valencia, Valladolid, Albacete y Villarreal y jugar en otros equipos de la región como Atlético Tomelloso, Alcázar, Toledo o Puertollano. «En España el fútbol estaba atravesando una gran crisis  y recibí varias ofertas de equipos extranjeros de máxima categoría. Dar ese paso suponía mejorar en lo deportivo y en lo económico y sabía que tarde o temprano tenía que aprovecharlo», argumenta.

Su primer destino fue Irak y a partir de ahí también ha jugado en países tan exóticos del universo futbolístico como Omán, Filipinas, Indonesia, Camboya y las Islas Maldivas, donde reside desde hace más de un lustro y ha enfocado su futuro profesional.  

«De todos los equipos en los que he estado sólo puedo contar buenas experiencias, estoy muy agradecido por todas las oportunidades que me han dado», asegura el tomellosero, que visitó España por última vez el pasado mes de enero, semanas antes de que estallara la pandemia.

Ángel Carrascosa pasa un balón en un partido.Ángel Carrascosa pasa un balón en un partido. - Foto: Foto cedida por el jugadorSu primer destino tras marcharse de España fue el Naft Maysan de Irak. «Mi familia no quería ni oír que yo pensase en ir allí, pero luego se dieron cuenta de que fue una buena decisión», explica. «Nunca me pasó nada ni sentí nada peligroso, todo lo contrario. Siempre estaba muy vigilado e iba a todos los sitios con seguridad y gente del club. La única diferencia es que no tienes libertad para ir solo a cualquier sitio». Posteriormente defendió al Stallion en Filipinas, al Oruba Sur en Omán, con el que se proclamó campeón de liga y copa; y al Club Valencia, Victory y ahora al Foakaidhoo de Maldivas, un país formado por 1.200 islas en el océano Índico y en el que posee también en su palmarés una Copa de Primera División. 

A casi 9.000 kilómetros de España está viviendo la pandemia «con mucha precaución. El gobierno cerró el aeropuerto a tiempo y el número de contagios no se disparó. Ahora podemos hacer el día a día con cierta normalidad, pero sí que se han cancelado eventos sociales y deportivos». Tomelloso, su localidad natal, fue una de las más golpeadas y confiesa que vivió esas semanas «con preocupación, ya que te afectaba por medio de amigos o familiares, aunque ahora parece que todo va mejorando».

Su futuro sólo lo ve en Maldivas, «un maravilloso país donde desde el primer día me lo han dado todo y yo he intentado devolvérselo a ellos». Así, tiene en marcha varios proyectos para desarrollar el fútbol con academias con entrenadores españoles y brasileños y nuevas iniciativas «en las que estamos trabajando para mejorar también la Primera División del país y hacer una selección nacional más competitiva».