Editorial

Mejor prevenir que curar ante la llegada de la 'viruela del mono'

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La Organización Mundial de la Salud se ha visto empujada a declarar la emergencia sanitaria internacional un día después de que Suecia comunicara un caso de mpox, conocido como la viruela del mono, en un viajero procedente de África, donde se halla el gran foco de esta nueva variante, especialmente en la República del Congo. A pesar de ello, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades considera que el riesgo de mpox en el continente es "bajo" porque la probabilidad de contagio con la nueva variante es "muy baja" y también la gravedad esperada en caso de infección. No hay margen para el alarmismo con estas noticias, aunque la propia OMS admite que existen muchas incógnitas sobre el comportamiento de la nueva variante.

De cualquier manera y teniendo tan reciente la pandemia de la covid, sin que quiera comparar una con la otra, conviene que Europa se 'ponga las pilas' y adopte medidas preventivas para hacer frente a una emergencia por esta enfermedad si llegara el caso. Esto no exime a las autoridades españolas, quienes debe coordinar con las comunidades autónomas medidas propias para evitar contagios que luego puedan suponer un problema sanitario. África está aquí al lado y el intercambio de personas, más aún en estas fechas vacacionales, hace que sea necesaria rapidez y agilidad para poner en marcha iniciativas de prevención y actuación ante la viruela del mono. Tanto el organismo europeo como las autoridades españolas están remarcando el bajo riesgo de un contagio masivo y su comportamiento leve en la inmensa mayoría de los casos detectados hasta ahora en España. Ciertamente, extrapolar lo que ocurre en África con nuestro país o cualquier otro europeo no es recomendable ni realista porque su capacidad para localizar, diagnosticar, tratar y vigilar el virus es mucho más limitada. De hecho, cuando se declaró la primera emergencia de salud pública internacional en 202, se detectaron 7.500 casos y la curva consiguió aplanarse entonces con dos herramientas: vigilancia y vacunación. Es una de las grandes diferencias con la covid-19, en este caso existe una vacuna que prácticamente deja sin efecto el mpox, y el Ministerio de Sanidad asegura que tiene suficientes provisiones para hacer frente a una posible situación de emergencia.

Estos factores hacen que no haya prácticamente parecidos entre lo que ocurrió con la covid-19 y lo que está comenzando a pasar con la viruela del mono, no obstante nos debe servir de experiencia para acometer un plan de prevención y tratamiento, de forma conjunta no solo en España sino también en Europa, que evite una alarma en la población, que no sería justificada, al menos con los datos existentes en este momento. Hay que ser precavidos, ya lo dice el refrán: más vale ser prevenidos que curar.