El acusado de abuso sexual desmiente la versión de las menores

M. E.
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Hoy ha comenzado en la Audiencia Provincial el juicio contra un hombre que se enfrenta a 30 años de cárcel por agredir sexualmente a sus dos sobrinas

El acusado, de espaldas en los primeros instantes del juicio. - Foto: Rueda Villaverde

Tras ser suspendido hace unos meses, hoy ha comenzado en la Audiencia Provincial el juicio que sienta en el banquillo a P. R. R., un hombre de 57 años que está acusado de abusar sexualmente de sus dos sobrinas políticas durante casi nueve años, desde cuando ellas tenían 7 y 11 años de edad. Se enfrenta a una petición de cárcel de 12 años por cada uno de los dos delitos según solicita el ministerio fiscal, y de 15 años por cada uno según piden las acusaciones particulares. También debería indemniizar a las víctimas con 30.000 euros según el ministerio público, y con 100.000 euros según piden los letrados de ambas.

El escrito de acusación del ministerio fiscal es demoledor. En él se relatan auténticas orgías entre en acusado y las dos menores, a las que habría obligado a mantener relaciones sexuales con él mediante engaños o chantaje emocional, aprovechándose de que estaban conviviendo con él y con su mujer, tía de las niñas, en un domicilio de Ciudad Real, con la tutela asumida por su situación de desamparo. Lo habría hecho en numerosas ocasiones, y casi siempre en la cocina campera de la vivienda, aprovechando que su mujer y las primas de las denunciantes o no estaban en casa o estaban en otra estancia. En un momento dado, las menores le contaron lo sucedido a sus primas, las cuales hablaron con su madre y dos hermanos del acusado.

Sin embargo, según explicaba a La Tribuna el abogado del acusado, Francisco Víctor, el relato de las menores es del todo inverosímil, negando que las obligara a mantener relaciones sexuales. Asegura que estas actuaciones iban a ser archivadas por falta de contundencia de las pruebas y escasa credibilidad de los testimonios, con el apoyo incluso del ministerio fiscal, aunque la abogada de una de las niñas insistió en seguir adelante con el procedimiento. "Entendiendo que se trata de un juicio duro por el tipo de delito que se pone de manifiesto, pero sin duda ninguna acreditaremos la inocencia de mi defendido", afirmaba convencido el letrado, que matiza que "lo que hace el escrito de la fiscalía es reproducir el testimonio de una de las denunciantes, sin más. Es un testimonio incoherente, contradictorio e inverosímil", decía Francisco Víctor, que auguraba que las declaraciones de los muchos testigos citados, entre compañeras, profesores y familiares de las denunciantes, serán "estériles", y avanzaba que las pruebas periciales previstas para mañana jueves resultarán "muy interesantes" y esclarecedoras a favor de su defendido, para el que pide la libre absolución.

El encausado, en el momento de acceder a la Audiencia Provincial.
El encausado, en el momento de acceder a la Audiencia Provincial. - Foto: Rueda Villaverde

Por su parte, Gabriel Pineño, abogado de una de las denunciantes, explicaba que ella sigue teniendo "pesadillas" o "desasosiego" al recordar los episodios sufridos, presuntamente, entre septiembre de 2010 y abril de 2019.