La inflación eleva las ayudas de emergencia a 625.000 euros

Manuela Lillo
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Recaen en muchos casos en familias normalizadas, que sufren la inestabilidad laboral y que tienen dificultades para afrontar gastos de alimentación o suministros

La inflación eleva las ayudas de emergencia a 625.000 euros - Foto: Tomás Fernández de Moya

Las ayudas individualizadas que concede el Ayuntamiento de Ciudad Real para atender situaciones de emergencia social han incrementado su cuantía en el presente año hasta llegar a los 625.105 euros. Se trata de una cantidad que supera a la del año pasado, 560.471 euros, y en la que ha influido el alza que ha experimentado la inflación. 

«Cuando la cesta de la compra cuesta más dinero, claro que afecta, sobre todo, a las personas más vulnerables», afirmó la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, reconociendo que el IPC«ha influido» en el incremento de la cuantía de las ayudas, aunque matizó también que no podía asegurar que fuera la única causa de que se hubiesen disparado las cifras, ya que hay otras circunstancias que afectan también a los solicitantes. 

Aunque el número de ayudas concedidas ha sido menor que hace un año, 658 en este 2022 frente a 1.091 de 2021, las cuantías concedidas son mayores. «Hay menos ayudas, pero por más dinero», detalló Hinojosa, aunque «se han cubierto todas las necesidades» dado que la partida total disponible se eleva hasta los 750.000 euros, una cifra que se vio incrementada a consecuencia de la pandemia. El importe mínimo concedido ha sido de 300 euros y el máximo, 1.500. 

Por categorías, el mayor número de peticiones de ayuda ha sido para sufragar gastos de alimentación (183), mientras que se han registrado 160 para hacer frente a los gastos del alquiler. Además, se han contabilizado 170 para un apartado que Acción Social clasifica de forma genérica y donde incluye el pago de ayudas que van desde la hipoteca hasta la compra de ropa, reparaciones necesarias en el hogar o la adquisición de artículos como gafas o arreglo bucodentales a los que no pueden hacer frente los solicitantes y que se valoran por el equipo de Servicios Sociales que hace seguimiento de las peticiones. 

A ellos se suman 145 peticiones para hacer frente a las facturas de suministros, teniendo en cuenta el incremento del gasto que también ha experimentado la luz o el gas. 

Por lo que respecta al perfil de solicitantes de este tipo de ayudas, Hinojosa comentó que suelen recaer en familias «normalizadas, con alquiler o hipotecas» que en un momento determinado sufren las consecuencias de la pérdida del empleo o que dependen de puestos de trabajo «que van y vienen», de manera que se enfrentan a situaciones de emergencia económica. Se trata de una tendencia, dijo, que se percibe desde la anterior crisis y que se suma a las de familias con situaciones con especial vulnerabilidad, es decir, de pobreza cronificada. 

El objetivo de Acción Social es mejorar todas esas situaciones y para ello cuenta con una nueva estructura en las que los profesionales, por un lado, realizan una atención básica de diagnóstico, orientación y medidas a adoptar con atenciones puntuales, en los casos en los que se requiera, y en los que, por otro lado, ofrecen un servicio más integral con intervención familiar para afrontar «situaciones más complejas».

Para garantizar la atención relativa a las ayudas individualizadas se ha reservado una partida en el proyecto de presupuestos de 2023 de 300.000 euros, frente a la inicial de 250.000 euros del año pasado, y que se verá incrementada después con el remanente de tesorería en el caso de que sea necesario para paliar las situaciones que surjan. En este sentido, Hinojosa recordó que desde el año 2015 se viene haciendo un esfuerzo por parte del Ayuntamiento por la concesión de estas ayudas de emergencia social. «Empezaremos con 300.000 euros y haremos modificaciones de crédito según la evolución», apostilló. 

No obstante, se trata sólo de una de las líneas que desarrolla el área de Acción Social y a la que se suman otras como las comidas a domicilio, las ayudas para el fomento de la natalidad o la atención a personas sin hogar. «Siempre intentamos mejorar la atención en servicios sociales y para ello se necesitan partidas, lo que hay que ver como una inversión y no como un gasto. Que no haya una familia que se quede sin atender porque una sociedad que no vela por los más vulnerables dice poco de esa sociedad», concluyó.