Amigo Sancho, espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.
Cuando la semana anterior empatamos 0-0 en el partido de ida de la promoción por la permanencia ante el Real Avilés, todos pensábamos que nos quedaba otra bala que había que aprovechar en tierras asturianas. Pero no pudo ser a pesar de que el equipo jugó bien, aunque nos volvió a pesar la falta de gol. El Real Avilés, como equipo, tampoco me dijo nada del otro mundo, al igual que en la ida, pero sí me sorprendió el apoyo de su hinchada y cómo festejó la permanencia con su equipo, igual que si fuese un ascenso a Primera.
A los mancheguistas se nos quedó cara de tontos, así que ahora toca pensar en el futuro. Y eso pasa ahora por un proyecto con el objetivo de retornar a Segunda RFEF, con todas las dificultades que ello implica en un grupo tan competitivo como el XVIII.
Tengo que dar un abrazo muy fuerte a los aficionados que se desplazaron a Asturias y a todos los que vienen apoyando al equipo durante todo este tiempo. Aunque ha sido tradicionalmente una afición algo fría, en los últimos tiempos se ha mostrado al lado del equipo, siendo su aliada.
Ahora toca aunar fuerzas y empujar al equipo para un rápido retorno a la superior categoría. Un dicho japonés afirma que se aprende más de las derrotas que de las victorias. Y eso hay que aplicárselo en una temporada tan anómala. Esperemos que el año que viene salgan las cosas mejor que en esta.
Ánimo presidente, ánimo a la plantilla y ánimo a la ciudad porque hay que apoyar al Manchego esté donde esté. Un abrazo para todos.
Bueno Sancho, nada más por hoy. Recibe un abrazo de éste tu amigo que lo es.