Desde el decenio de los años ochenta del pasado siglo XX, el tráfico postal gestionado por Correos y Telégrafos venía experimentando fuertes tasas de crecimiento por la mayor actividad económica y comercial y por la mayor movilidad geográfica también de la población española, con el mantenimiento de los flujos migratorios interiores y exteriores. Ese crecimiento de la actividad se truncó en estancamiento, cuando no retroceso, en el comienzo de la década de los años 90. Las razones pasaban por la pérdida de posiciones en el mercado postal español tras la entrada de nuevos operadores privados, cuyo radio de acción inicial quedó circunscrito a la distribución de la correspondencia urbana y, sobre todo, a la falta de modernización del servicio postal. Esta circunstancia motivó una serie de acciones encaminadas a la adecuación de su estructura y sistemas a la nueva realidad que se apuntaba con la creación del mercado único y la consiguiente liberalización del tráfico postal.

El primer palacio de Correos y Telégrafos que tuvo Ciudad Real fue inaugurado el 6 de mayo de 1930. Estuvo situado en la calle Toledo con esquina a la actual plaza de la Constitución. Se trataba de un edificio de tres alturas, con una sobria fachada monumental de corte racionalista, donde destacaba la simetría y combinación de huecos, con amplios ventanales tanto en la planta baja como en las superiores. Con la llegada de los nuevos operadores privados y la implantación y puesta en funcionamiento por parte de Correos del servicio Postal Exprés, para la recogida, transporte y entrega rápida de envíos, se imponía una modernización de las instalaciones, infraestructuras y servicios postales. 

Ante esta situación, el antiguo palacio de Correos de la calle Toledo quedó obsoleto y resultaba insuficiente para albergar las dependencias que se necesitaban para desarrollar con normalidad los nuevos servicios. Con el objetivo de atender adecuadamente la actual demanda, se vio la necesidad de construir un nuevo edificio.

El nuevo palacio de Correos - Foto: Rueda VillaverdeLa nueva edificación destinada a ser el nuevo Palacio de Correos se construyó en la actual calle Elisa Cendrero (antes Audiencia), en el solar que resultó al ser demolido en 1984 el edificio de la antigua Audiencia Provincial, que ocupaba gran parte del tramo de calle que coincidía con la actual plaza de la Constitución, antes llamada plaza de Luis Muñoz. Tal y como se observa en la fotografía antigua, se trataba de un amplio edificio cuya fachada de dos alturas presentaba de forma simétrica cinco balcones en la planta superior y cuatro ventanales con rejas de forja en la parte inferior. En este espacio estuvo la casa solariega de la familia Muñoz, que en 1923 el gobierno republicano-socialista tuvo el acierto de adquirir para construir en su solar el edificio del Palacio de la Audiencia Provincial, de conformidad con el proyecto del arquitecto, José Arias y Rodríguez-Barba, uno de los exponentes más representativos del movimiento racionalista en Ciudad Real. El edificio quedó deshabitado en 1983 y demolido en 1984.

En ese espacio se comenzó la construcción, por parte de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos, del nuevo palacio de Correos de Ciudad Real, cuyo proyecto fue realizado por el arquitecto Alberto Barbera Platas. La inauguración del nuevo Palacio de Correos y su entrada en vigor se llevó a cabo en mayo de 1993.