Fernando Rodríguez López es un ciudadrealeño enamorado de los caminos hacia Santiago de los que ha tomado la inspiración para dar forma a tres libros, de los que dos ya están a la venta y el tercero se encuentra «en la cocina». Siete razones, un camino, fue su primer libro, centrado en el camino francés, mientras que el segundo tiene por título El Camino debe continuar y se centra en el camino primitivo.
Rodríguez, prejubilado del sector de los seguros, realizó su primera ruta hacia la tumba del apóstol en el año 2000 y no afrontó la segunda hasta 2015, pero desde entonces se ha convertido en un caminante asiduo, a veces con dos peregrinaciones por año.
«Todo lo que vas viendo lo puedes plasmar por escrito», señala el autor, quien confiesa que su primera intención fue elaborar un libro de viajes; pero se dio cuenta de que ese formato «no iba a dar suficiente para expresar lo que yo quería», por lo que apostó por añadir una trama que diera vida a su obra.
Ese giro le permitió «incorporar personajes, pensamientos, ideas...», a los que añadió la descripción de «los sitios en los que estás, las sensaciones que tienes cuando estás metido en un bosque, entre la niebla...», apunta.
Rodríguez reconoce que muchas de las escenas que forman sus libros «me han pasado a mí», pero otras forman parte del artificio literario, incluidos buena parte de los diálogos, puesto que el autor ciudadrealeño se define como alguien «poco comunicativo», cuando se encuentra con otros peregrinos, más allá de los habituales saludos. «Me fijo más en los detalles, los voy plasmando en una libretita o en las fotografías que voy haciendo, y de eso luego saco mis propias conclusiones», refiere sobre su forma de acumular material. De hecho, en otro momento de la conversación con La Tribuna reconoce que lo más difícil de su escritura fue plasmar en papel todo el cúmulo de sensaciones que vivió en ruta.
En cuanto a su tercera obra, señala que aborda «el final del camino», el tramo que los peregrinos realizan una vez que llegan a Compostela con destino a Fisterra y Muxía. «lo que pasa es que solo son cuatro etapas y dan muy poquito que escribir, pero bueno, ya lo tengo en la cocina», asegura. Esta tercera entrega, tendrá un enfoque más intimista y con ello Rodríguez espera dar por cerrada la trilogía.
Después de completar el primer libro, publicado en 2021, el autor completó otras rutas y confiesa que su actitud en el camino se vio afectada por esa experiencia. «Me ha cambiado el tener la obra escrita, sí, porque intento fijarme más en los detalles, intento pararme más en los lugares», detalla.
Incluso recuerda una anécdota de su primera peregrinación. «Hubo un día, que parece una exageración, pero me hice 52 kilómetros andando, que es mucho», recuerda, pero tras la escritura del primer volumen, se dijo a si mismo: «Fernando, párate un poco, mira, ve más los detalles, apunta más cosas, o simplemente reténlo en la mente o en una fotografía». Con lo que sus siguientes rutas fueron mucho más pausadas.
Las obras también han contado con un cierto trabajo documental a partir de diferentes guías del camino; «y luego mil libros», entre los que destaca una novela de Isabel San Sebastián, La peregrina.