La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha acogido este viernes la primera de las jornadas del juicio con jurado contra el joven acusado de asesinar, en enero de 2022, a golpes a su abuela, con la que mantenía una relación fluida y a la que visitaba frecuentemente en su domicilio de Malagón.

La primera sesión del juicio ha tenido lugar después de la constitución del Tribunal del Jurado y ha comenzado con la presentación por las partes de sus escritos de conclusiones provisionales.

El ministerio fiscal, que pide para el acusado 25 años de prisión por un delito de asesinato, con los agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco, ha mantenido que el joven visitó la vivienda de su abuela materna, con la que tenía una buena relación, y cuando se encontraban solos en el salón iniciaron una discusión a raíz de que el acusado le debía dinero.

En un momento determinado, de manera sorpresiva e inesperada y con alta agresividad, según la Fiscalía, golpeó a la abuela con un objeto metálico macizo con forma de cabeza de perro.

La fiscal Rocío Bernal Monteagudo ha asegurado que la fiscalía tiene el pleno convencimiento de que el acusado es el autor de estos hechos, algo que ya quedó evidenciado en las primeras diligencias efectuadas por la Guardia Civil, que consideró que había pruebas suficientes frente al acusado, por lo que "se decretó inmediatamente por el juez de instrucción la prisión preventiva comunicada sin fianza".

La fiscal, que acudió la misma noche de los hechos a la vivienda, ha mantenido ante el tribunal del jurado que "fue impactante" llegar al salón y ver "la violencia tan brutal y tan extrema que se ejerció sobre una mujer de 63 años".

Según la fiscalía, la mujer recibió un primer golpe por el que cayó al suelo, tras lo cual el supuesto asesino se sitúa encima de ella para reiteradamente golpearle en la cabeza sin posibilidad de defensa alguna, en un clara situación de desigualdad.

Por su parte, el letrado que ejerce la defensa, el abogado del turno de oficio Enrique García Herrera, ha mantenido en la presentación de las conclusiones provisionales, que su defendido mantiene que no recuerda nada de lo que sucedió aquella noche, porque se encontraba bajo los efectos del consumo de drogas.

García Herrera ha comentado que tratará de demostrar en el juicio que su cliente "no tenía que estar normal" ese día, en el que estuvo fumando crack y cocaína.

El acusado ha declarado que de aquel día sólo se acuerda que "estaba muy puesto" y que fue a devolver a su abuela, con la que mantenía una buena relación, la nevera que le había dejado para ir a trabajar en la recogida de aceituna.

Ha dicho que cuando salía de su casa se vio las manos llenas de sangre y al volverse vio a su abuela en el suelo con la cabeza abierta.

El abogado del acusado ha señalado que su cliente tiene problemas mentales desde los 12 años y ha estado en tratamiento en la Unidad de Salud Mental del Hospital de Ciudad Real.