'La cazuela del coliseo' abre la muestra del Campo de Montiel

La Tribuna
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Más de 400 espectadores asistieron al auditorio Tomás Barrera en el inicio de este festival de teatro de la comarca

‘La cazuela del coliseo’ abre la muestra del Campo de Montiel

'La cazuela del coliseo' se atrevió con una obra de teatro clásico. La compañía solanera ha estrenado El diablo predicador, un texto de Luis Belmonte Bermúdez, autor del Siglo de Oro, adaptado a la sazón por Mari Carmen Rodríguez-Rabadán y Antonio García-Catalán. Así se abrió una nueva edición de la Muestra de Teatro Campo de Montiel, que reunió a más de 400 espectadores en el auditorio Tomás Barrera.

Mari Carmen Rodríguez, directora del grupo, y Antonio García-Catalán unieron sinergias para llevar a escena una representación de no poca dificultad interpretativa, pero tenían entre ceja y ceja atacar el teatro clásico, a fin de dar un salto de calidad. Después de poner ideas en común, eligieron título y comenzaron el casting. No tardaron en encontrarse con los primeros obstáculos, ya que a su dificultad técnica se unía otro problema: las obras clásicas destacan por tener mayoría de hombres en sus repartos, y ese era –y es- el gran déficit de La cazuela del coliseo. "Si encuentras un varón te das con un canto en los dientes". El título elegido fue El diablo predicador, que tiene un coro de monjes en su reparto original y se cambió por uno de monjas. Una pirueta que ha permitido sacar adelante la adaptación de esta obra. "Tiene comedia, guasa y los típicos amoríos de la época, con un añadido de humor solanero y sobre todo música, con monjas cantoras", ha declarado Antonio García-Catalán. De hecho, hay interpretaciones de canción moderna que dan un punto de modernidad y sobre todo de dinamismo a la representación.

Luis Miguel Montalvo representa ese 'canto en los dientes'. A sus 26 años, se ha involucrado al máximo con la compañía. "Mari Carmen habló con mi madre para saber si me interesaría y para mí ha sido un descubrimiento". "Nunca había hecho ni prácticamente visto teatro y se me abrieron las puertas porque es algo que me divierte y me entretiene", señala. "Animaría a más hombres a involucrarse porque disfrutas mucho".

Mari Carmen Rodríguez-Rabadán subraya la dificultad de escenificar una obra de teatro clásico. "Al ser en verso, y además versos octosílabos, no podemos usar un chascarrillo si nos quedamos en blanco; hay que ceñirse a la métrica y no te puedes salir de ahí". Pero tiene un sueño: actuar en el corral de comedias de Almagro. "El top del teatro es el clásico y mi sueño es que La cazuela del coliseo vaya algún día al corral".

El diablo predicador es una suerte de exaltación de la orden franciscana y de la práctica de la caridad, aunque también encierra una crítica mordaz al clero de la época, indicó el Consistorio en un comunicado de prensa.