El Ministerio de Sanidad ha activado este jueves su plan preventivo por altas temperaturas, que fija los umbrales a partir de los cuales el exceso de calor dispara el riesgo para la salud y la mortalidad asociada y en Castilla-La Mancha van desde los 36 grados de Cuenca a los 38,1 de Ciudad Real, temperaturas que, el año pasado, se superó en 26 días en la capital, y en 2022 durante otras 28 jornadas, prácticamente un mes. 

El Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de los Excesos de Temperaturas Sobre la Salud de 2024, al que ha tenido acceso EFE, estará vigente hasta el próximo 30 de septiembre, aunque con la flexibilidad de prolongarlo al 15 de octubre si así fuera necesario.

 Sanidad lleva 20 años ejecutando este plan, aunque desde hace dos ha adelantado su arranque de junio a mediados de mayo ante los cada vez más frecuentes y prolongados episodios de calor extremo a partir de estas fechas. En Ciudad Real, el pasado año se estableció un récord de días de más de 35 grados en mayo: tres; y octubre rozó la decena de días con temperaturas de más de 30 grados.  

El plan de este año mantiene los umbrales provinciales a partir de los cuales las altas temperaturas empiezan a incidir negativamente en la salud, pero como novedad introduce 182 zonas de meteosalud (áreas de territorio homogéneas desde un punto de vista climatológico en cuanto al comportamiento de las temperaturas diarias, de las que puede haber varias en una sola provincia). Estas zonas se darán a conocer en unas semanas.

Por cada grado que la temperatura ambiente supera esos umbrales, la mortalidad crece entre un 9,1 % y un 10,7 %, es decir, por cada día que hay un episodio de calor extremo, se incrementa, de media, en 3 defunciones al día. Como en veranos anteriores, el Ministerio pondrá en marcha mecanismos que establezcan alertas que indiquen una mortalidad por las temperaturas.